El president de la Generalitat, Ximo Puig, ofreció ayer al sector azulejero la creación de un lobi en Madrid y sobre todo en Bruselas para que este pueda influir en las decisiones que se toman en las instituciones europeas que le afectan, relacionadas sobre todo con medio ambiente y energía.

Durante la primera reunión de la Mesa de la Cerámica de la legislatura, el president puso a disposición del sector cerámico y de sus industrias afines la oficina de la Generalitat en Bruselas, que el jefe del Consell quiere convertir en un espacio de apoyo a los sectores productivos más potentes de la Comunitat, entre los que también se encuentra la naranja.

Para ello, y según explicaron fuentes de Presidencia, Puig ofreció que en esa oficina pueda trabajar de forma habitual personal vinculado tanto al azulejo como a las fritas y esmaltes y la maquinaria cerámica.

MEDIO AMBIENTE // Los aspectos que afectan al clúster castellonense y que se deciden en las instituciones --y pasillos-- de Bruselas son varios. Un ejemplo es la tasa de carbono en frontera con la que la nueva presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, plantea gravar a la cerámica de terceros países que producen sin los estándares ambientales europeos. Ese impuesto no es ahora más que un objetivo de una legislatura que se alargará hasta el 2024, por lo que hay que negociar a qué países se cobra y la cuantía.

Además, la Comisión Europea ya corrigió al Gobierno el Plan Nacional de Energía y Clima 2021-2030 (Pniec) e instó al Ejecutivo a modificarlo en beneficio de las cogeneradoras, pues el documento inicial planteaba una reducción del 30% de la potencia instalada. Otro aspecto que interesa al sector son las recomendaciones que la UE lanza en materia de política industrial (con el horizonte de que esta represente el 20% del PIB de los países el año próximo) o en materia de inversión en innovación. En este aspecto, la patronal azulejera europea, Cerame Unie, se sumó ayer a una petición realizada por 92 sectores para exigir a las instituciones que el I+D sea «una prioridad dentro del próximo marco financiero plurianual 2021-2027».

Más allá de este anuncio, del encuentro salió un compromiso del conseller de Economía Sostenible, Rafael Climent, de crear una comisión de Energía que aborde cuestiones como el seguimiento de la repotenciación, el creciente uso de energías renovables por parte del sector, la realización de auditorías para la eficiencia energética o seguir trabajando en un plan de cogeneración 2030 que Climent ya anunció durante la última edición de Cersaie.

Asimismo, Puig también anunció que trabajarán para resolver la cuestión de la falta de técnicos, especialmente colocadores, y para ello planteó no solo que esta será «la legislatura de la FP», sino también formar perfiles profesionales con la colaboración del sector, los distribuidores y las asociaciones de colocadores.

A falta de que tras el parón veraniego se logre «pasar a la acción», que fue la gran demanda al Consell del presidente de Ascer, Vicente Nomdedeu, para que no haya «planes que mueran antes de aplicarse», el Gobierno autonómico sí dio una imagen de compromiso con el sector a solo una semana de la cita clave de Cersaie. En este sentido, el encuentro fue más concurrido de lo habitual y, además de un Puig que acudió directo desde Madrid, estuvieron dos consellers (Climent y el titular de Hacienda, Vicent Soler) y varios directores generales con competencias en ámbitos tratados en el acto.