La Comunitat fue la única autonomía que mantuvo el cierre perimetral durante la Navidad sin que esta medida, a priori, le supusiera un alivio en la temida tercera ola en comparación con otras regiones que levantaron su confinamiento los días festivos más señalados. Ahora el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, vuelve a poner esta medida encima de la mesa cara a Semana Santa. El jefe del Consell apuesta por alcanzar un acuerdo entre las comunidades y el Gobierno en el Consejo Interterritorial de Sanidad para limitar la movilidad en Pascua porque «va a ser un momento muy complejo» en el que incluso se podría «perder la trazabilidad» del virus que se va a recuperar con la caída de casos actual.

«Pensamos que debe haber una posición del conjunto del sistema, porque es muy importante consolidar ahora. Si consolidamos, probablemente los próximos meses tendremos más oportunidades de ir hacia la normalización con mayor vacunación y mayor capacidad de contención de la pandemia», ha explicado Puig.

Respecto a la flexibilización de las restricciones a partir de marzo, ha incidido en que no se puede «malgastar» el esfuerzo realizado en «unos pocos días», y ha reiterado que la situación todavía es «muy difícil».

Decisión este jueves

De hecho, respecto al aligeramiento de estas medidas, será el próximo jueves cuando se reunirá la Comisión Interdepartamental para decidir cómo suavizar las actuales restricciones. Encima de la mesa está la reapertura de bares y gimnasios, el levantamiento del cierre perimetral de las grandes ciudades los fines de semana y el cierre del comercio a las 18.00 horas, entre otras limitaciones.

Preguntado por los ámbitos en que comenzarán a levantarse las medidas, ha indicado que hay «una voluntad de actuar en función de lo que ya se sabe que genera mayor sociabilidad». «No es lo mismo un comercio que un bar o un restaurante, entre otras cosas porque se está más tiempo juntos en un bar y un restaurante y se quita la mascarilla», ha apuntado.

Sin Magdalena

Si las flexibilizaciones se producen a partir de marzo, coincidirán con el periodo festivo por las Fallas o la Magdalena, sobre las que Puig ha zanjado: «No hay Fallas ni Magdalena y tenemos que tener la conciencia de que no hay espacio de sociabilidad asociado a la fiesta, porque no hay fiesta». «Ya habrá fiesta cuando podamos», ha agregado.

De hecho, le gustaría que «pudieran celebrarse alguna de estas fiestas» incluso este año, pero «a día de hoy» no. Así ha recalcado que no pueden hacerse fiestas particulares ni de ninguna clase.

Fatiga pandémica

Por su parte, la vicepresidenta del Ejecutivo valenciano, Mónica Oltra, quien siempre ha defendido la necesidad de tomar restricciones más duras, incluso mostrando sus discrepancias con su principal socios del Botànic, PSPV, afirmó ayer que es «obvio» que «hay que ir preparándonos poco a poco en función de la evolución de los datos». «A todos nos afecta la fatiga pandémica, pero la desescalada debe ser lenta y gradual y estar fundamentada en la situación epidemiológica para proteger la vida y salud de las personas», aseguró ayer la también consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas.

Vacunación masiva

El objetivo del Consell es que a finales de marzo pueda empezarse una vacunación masiva, si llegan las suficientes dosis. En este sentido, Puig ha adelantado que se prevé un gran centro de vacunación en cada capital de provincia y, por lo menos, se habilitará un espacio para inocular dosis en cada capital de comarca. Así, hoy se reunirá la comisión de vacunación para tratar en qué lugares se establecerán estos centros. Además, ha indicado que los hospitales de campaña son tres espacios que «seguro que se van a utilizar».