En el año 2009, cuando el socialista José Montilla se reunió con el popular Francisco Camps, se produjo la última visita de un presidente catalán al Palau de la Generalitat. La anterior se remonta a 1993, año en el que Joan Lerma recibió a Jordi Pujol.

Tiene por tanto especial relevancia para establecer relaciones de normalidad entre territorios vecinos, uno de los objetivos del Consell que preside Ximo Puig, la llegada hoy de Carles Puigdemont a Valencia, donde ambos liderarán la cumbre catalano-valenciana que persigue elevar la presión sobre el Gobierno central y reforzar los argumentos ante la Unión Europea para acelerar la puesta en marcha del corredor mediterráneo ferroviario.

En estos momentos, las obras sufren notables retrasos y, comenzado el mes de septiembre, la consellera de Obras Públicas, Mª José Salvador, ha denunciado que todavía no se conocen los detalles y las características del tramo de Castellón a Tarragona. Su homólogo catalán, Josep Vicent Boira, ha añadido que el tramo Vandellós-Castellón “es el ejemplo de la desidia del Ministerio, dado que pese a estar adjudicado desde el 2014 no se han empezado las obras y no se sabe ni siquiera qué se va a ejecutar”.

En este contexto es en el que el encuentro que hoy mantendrán los presidentes reunirá a instituciones, empresarios y sindicatos en defensa del corredor mediterráneo, en lo que será la cumbre más importante entre las dos autonomías celebrado en las últimas cuatro décadas.

desde castellón // Entre quienes participarán en la cumbre se encuentran, por la provincia de Castellón, representantes de la Universitat Jaume I (UJI), la patronal CEC y el presidente de la Autoridad Portuaria de Castellón, Francisco Toledo. Por parte de la Generalitat valenciana asistirán también los consellers de Vivienda y Obras Públicas, María José Salvador, y Economía Sostenible, Rafael Climent; los secretarios autonómicos de Vivienda y de la Agencia Valenciana de Turismo; y el portavoz socialista en Les Corts, Manuel Mata. H