El odio es tan antiguo como la historia de la humanidad, pero su consideración dentro de los protocolos de actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad es relativamente reciente. No fue hasta finales del 2014 cuando en España se publicó una guía que permitía a la policía y a la Guardia Civil identificar el delito y a las víctimas les proporcionaba información sobre cómo denunciar. Desde entonces se ha puesto el foco en una tipología delictiva, que se mantiene más o menos estable en Castellón, y que básicamente consiste en atentar contra dos principios fundamentales: la igualdad y la libertad, ya sea ideólogica, religiosa o sexual.

Dentro de esta categoría delictiva se englobaría, por ejemplo, la supuesta agresión e insultos racistas cometidos contra un niño, interno en un centro de menores de Segorbe y de etnia gitana, por parte de una monitora y que ahora un juez está investigando. También las consignas fascistas lanzadas por uno de los componentes de la cofradía de Santa María Magdalena de Castellón el pasado 14 de abril, o el presunto veto que un hotel de Vinaròs ejerció sobre un grupo de ocho personas con discapacidad.

Pero, ¿cuántos delitos de odio se registran cada año en Castellón? ¿Quiénes son sus principales víctimas? Durante el 2016 se contabilizaron en Castellón 15 delitos de odio, una cifra que se mantiene estable cada año, según la estadística del Ministerio de Interior. En la Comunitat valenciana fueron 127 (78 en Valencia y 34 en Alicante), mientras que en el conjunto nacional se registraron 1.272, la mayoría en Barcelona y Madrid.

SIETE DETENIDOS // De los 15 delitos de odio contabilizados en Castellón, la mayoría fueron contra personas con discapacidad (6), seguidos por delitos de racismo y xenofobia (5 y un tercio del total), ideología (3) y discriminación por razón de sexo (1). En total, las fuerzas de seguridad detuvieron a siete personas.