Centros comerciales y tiendas de Castellón que estrenaban ayer las rebajas de verano registraron una afluencia escalonada de clientes que evitó que se formaran grandes aglomeraciones, a evitar para frenar posibles contagios del coronavirus.

Las medidas de seguridad primaron y, además de las implantadas ya en la desescalada (ir a comprar con mascarillas, ponerse gel hidroalcohólico, mamparas en los mostradores o mantener la distancia de seguridad)», se llevaron a cabo otras iniciativas.

Desde El Corte Inglés de Castelló explicaron que «para que el espacio sea más diáfano, no se han instalado los muebles promocionales, dejando más espacio libre para los clientes». Asimismo, los probadores están operativos de manera alterna, uno sí, uno no; y se dispone del sistema de higienización de prendas con rayos ultravioleta C y planchado.