Los embalses de Arenós y Sitjar albergan más de 100 hectómetros cúbicos de agua, con lo cual la campaña de regadíos que empieza en abril tiene que pasar con total normalidad, pero eso no significa que se haga un mal uso del agua”. Es el resumen, en boca de la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Júcar, María Ángeles Ureña, de cómo se presentan los próximos meses para los regantes de la Plana.

Ureña hizo este balance a Mediterráneo en la fiesta anual que el Sindicat Central d’Aigües del Millars realizó ayer en su sede. Su presidente, Enrique Font, afirma que los regantes castellonensesson “de los pocos” que tienen garantizada el agua, en un entorno marcado por la falta de lluvia.

Y es que a corto plazo “no se prevé lluvias”, señala Ureña, por lo que Font pide “pensar en el año que viene” para no derrocharla este verano. Eso sí, las elevadas temperaturas y la falta de precipitaciones hará que los agricultores tengan “que regar más y eso puede notarse un poco en los costes”, reconoce Font.

También el secretario autonómico de Agricultura, Francisco Rodríguez, apunta en el mismo sentido, por lo que desea “que llueva de aquí al verano”. Más aún para los cultivos de secano, como el almendro y el olivo, “que están padeciendo y pueden tener problemas”, como ya ha venido sucediendo en los últimos años.

En cuanto a la campaña de naranja, Font afirma que ha sido “medianamente buena” porque la fruta ha tenido buen precio, “pero ha habido merma”, lo que ha reducido los ingresos. Además, apunta que se están recuperando campos y plantando variedades nuevas, “sobre todo la orri”. H