Los empresarios del sector turístico desbordan optimismo. El verano nunca falla y, este 2018, tampoco lo hará. No hay nubarrones a la vista y los municipios de la costa de Castellón se preparan para vivir otra temporada alta que promete dar nuevas alegrías a la economía provincial. A tan solo un mes del inicio del verano, los primeros datos que maneja el sector apuntan a unos resultados muy similares a los del año pasado, cuando hoteles, restaurantes, apartamentos y cámpings colgaron el cartel de completo.

Las perspectivas de playas llenas y hoteles hasta la bandera se cumplirán. «Las reservas se mantienen prácticamente en los mismos porcentajes que el año pasado, lo que augura un verano muy similar al del 2017», apunta Javier Gallego, presidente del Club Introducing Castellón, que agrupa a más del 90% de hoteleros y es también miembro de la patronal Ashotur. De hecho, los primeros datos apuntan a que en julio los hoteles de la costa provincial podrían alcanzar una ocupación del 85% mientras que en el mes de agosto podría ser diez puntos más alta, del 95%. «Lo que se mantiene es la acusadísima estacionalidad del sector y este mes de mayo va a ser flojo», subraya.

Durante los meses de julio, agosto y septiembre del año pasado, los hoteles de Castellón recibieron a 850.000 turistas y sumaron más de 4,5 millones de pernoctaciones. «El perfil del turista será similar al de los últimos veranos y los precios, también», añade Gallego. Eso quiere decir que, de nuevo, el grueso de los veraneantes procederá del mercado nacional, fundamentalmente de Madrid, el resto de la Comunitat, Aragón o el País Vasco.

La economía de las familias mejora y eso impulsará el turismo en Castellón como también lo hará la inestabilidad política en Cataluña. «La percepción subjetiva es que puede beneficiarnos y clientes que antes elegían esa comunidad ahora se decanten por otro destino», explica Gallego.

Las primeras reservan apuntan a un muy buen verano, aunque hay establecimientos donde insisten en que el cliente espera a última hora. «La tendencia cada vez es contratar más a última hora», explican desde la dirección de Hoteles Intur, que describen que el grueso de sus clientes son familias con niños pequeños que buscan calidad y entretenimiento; parejas en busca del sol y playa con buena oferta gastronómica y gente joven con amigos en las fechas señaladas de festivales como el FIB o el Rototom».

EL ÉXITO DEL CÁMPING

Quienes tampoco ocultan su optimismo son los cámpings, que llevan varios años batiendo récords. «La sensación es muy buena, incluso mejor que el año pasado, que ya fue un gran verano», asegura José María López, presidente de la Asociación de Cámpings de Castellón, que asegura que el sector está más de moda que nunca. López reitera su denuncia ante la «ilegalidad» de los aparcamientos de caravanas. «Estamos a favor de que se abran párkings, pero que se haga cumpliendo con lo que dicta la normativa», añade.