Más robos de vehículos, riñas tumultuarias y tráfico de drogas en la provincia. Son algunas de las conclusiones que arroja el último balance de criminalidad del Ministerio del Interior, hecho público ayer y que recoge la delincuencia registrada desde enero hasta septiembre.

La estadística muestra una ligera bajada de la criminalidad general en la provincia (-1,7%), pero evidencia el auge de algunos delitos concretos. Además, sitúa a Vila-real como el municipio de Castellón en el que más se eleva la delincuencia local.

A nivel provincial, las peleas y lesiones se han incrementado en un 14,7%, la sustracción de vehículos lo ha hecho en un 6,9% y la compraventa de estupefacientes roza el 5% de aumento respecto al mismo periodo del año anterior. También van al alza los robos con violencia e intimidación, que son un 6,3% más que en el 2018, según Interior. Por el contrario, bajan las muertes violentas, los delitos contra la libertad sexual y los robos en casas y negocios.

POR LOCALIDADES

El análisis por localidades --el Ministerio solo contabiliza los núcleos urbanos con 30.000 habitantes o más-- sitúa a Vila-real a la cabeza del incremento delincuencial en la provincia. Los ilícitos penales se han disparado un 16,5% y la sustracción de vehículos es más del doble que en el 2018.

La Vall d’Uixó se encuentra en la segunda posición del auge criminal, con un 6,3% más de actos delictivos que hace un año. Allí destacan las riñas tumultuarias (crecen un 114%) y bajan sustancialmente los hurtos (-24%).

En Burriana también hay más delincuencia que hace un año, con una subida del 5,8% y 2.198 delitos hasta la fecha. Suben los hurtos, los robos con violencia y el trapicheo de drogas.

La capital de la Plana es la localidad que muestra un mejor dato, pues los actos penales apenas han sufrido variaciones en los últimos 12 meses. Interior percibe un incremento del 1,2%, con 3.977 delitos este ejercicio.

ANÁLISIS AUTONÓMICO

Por lo que respecta al análisis autonómico, los hechos penales se quedan casi igual que en el 2018. Apenas se percibe una variación positiva del 0,6%. En la Comunitat Valenciana el estudio de los datos es muy distinto al de Castellón. Bajan los delitos contra el patrimonio (hurtos, robos violentos y asaltos a domicilios) y crecen, notablemente, los homicidios, asesinatos, abusos sexuales y agresiones íntimas a mujeres.

El pasado año no fue demasiado bueno para la provincia, que cerró el 2018 con un aumento de la criminalidad del 5,5% y protagonizó la mayor subida anual de la Comunitat, según la misma estadística. En Valencia el incremento fue del 4,4%, mientras que en Alicante descendió un 2%. En Castellón, experimentaron una subida los robos en domicilios (8,3%) y los delitos contra la libertad sexual (2,3%), que ahora registran una tendencia a la baja. También fueron a más las muertes violentas, aunque no de forma significativa (de cuatro a seis).