Los socialistas de la provincia de Castellón, quienes escenificaron la pasada semana en clave provincial la división de su partido en el ámbito estatal, regresan a una suerte de normalidad ahora en torno al secretario general del PSPV, Ximo Puig, pese a que este fue uno de los miembros de la ejecutiva federal que dimitió para forzar la salida de Pedro Sánchez, que se materializó el sábado tras un comité que dinamitó todos los puentes en el seno de la formación.

De hecho, incluso nombres como los de la exdiputada y miembro del comité federal Susana Ros, o el secretario comarcal de la Plana Baixa, Juan Miguel Salvador, quienes pidieron firmas de apoyo al exlíder del PSOE, mantenían ayer una postura de conciliación.

Ros dijo que «el mismo respeto y lealtad que he mantenido a Sánchez en el ámbito federal, lo tengo con Ximo Puig en el PSPV». Quiso matizar que «respeto siempre las opiniones de los demás, y pido también respeto de los demás para las mías, que no siempre se tiene». Igualmente, insistió en que es la militancia la que debe decir el rumbo político del PSOE, lo que incluiría una hipotética abstención táctica de apoyo al PP. Por su parte, Salvador dijo que «tenemos que ser capaces, al menos en Castellón, de mostrarnos como un partido cohesionado». Defendió dejar el debate, que «lo habrá» para los órganos del partido, y confirmó su lealtad para con el líder del PSPV, Ximo Puig.

reuniones de valoración // Como avanzó Mediterráneo, tanto la ejecutiva provincial, con Francesc Colomer al frente, como el mismo órgano de la Plana Alta, celebran hoy sendas reuniones en las que, aunque no figura en el orden del día, la grave crisis del PSOE será el tema central. Previsiblemente, ambas direcciones emitirán alguna resolución, dirigida con toda probabilidad, a dar una imagen de mayor tranquilidad que la proyectada por el partido en los últimos días. Una incógnita es si el secretario comarcal de la Plana Alta, Félix Rodríguez, podría dejar un cargo que quería abandonar hace tiempo por exceso de trabajo. H