La secretaría autonómica de Salud Pública trasladó ayer a la Diputación de Castellón la responsabilidad de que no se realicen los tratamientos aéreos que reclaman los ayuntamientos de municipios costeros para controlar la proliferación de mosquitos. Como explicaron a Mediterráneo desde el departamento que dirige Isaura Navarro, «la última petición de autorización que nos consta se hizo el 17 de abril, un viernes, y fue autorizada el día 22».

Y si no hay constancia de otra solicitud es porque no se ha tramitado. Así lo confirmaron ayer desde la Administración provincial, donde señalaron que cuando los consistorios plantean la necesidad de hacer tratamientos aéreos se traslada al catedrático de entomología responsable del servicio de Control de Plagas, Ricardo Giménez, que es quien se encarga de realizar los estudios de campo y los informes pertinentes para determinar la conveniencia de optar o no por la opción aérea. A día de hoy no existe ninguna resolución al respecto.

Con todo, desde el área que coordina la diputada María Jiménez insistieron en que «los tratamientos terrestres son igual de efectivos y no han dejado de realizarse en ningún momento», como constataría el hecho de que hace dos días se iniciaran en Peñíscola con el uso de drones.

Sobre el momento adecuado para sacar el helicóptero, desde Salud Pública incidieron en que este tipo de actuación se autoriza o no «en función de la situación entomológica en el momento de la solicitud, ya que la aplicación de biocidas en un momento inadecuado podría alterar el equilibrio de las poblaciones de otras especies animales existentes en los mismos hábitats».

TRABAJO PARA LOS ALCALDES / Pero desde la Conselleria de Sanidad van más allá. Incidieron en que «el control de las plagas de mosquitos es una competencia municipal», por lo que indicaron que «es importante que si los ayuntamientos prevén que hay zonas en las que puede ser impracticable el control terrestre, que es la práctica preferible, elaboren un plan de tratamientos aéreos, la aprobación del cual es imprescindible para poder autorizar posteriormente los vuelos, si se dan las circunstancias que los justifican», concluyeron.