Las organizaciones del sector agroalimentario de la Comunitat reclamaron ayer a la Generalitat más inversiones, control de la entrada de plagas, atajar los robos en el campo, más recursos hídricos o fondos para la investigación, así como velar por la rentabilidad del campo, clave para atajar las 160.000 hectáreas abandonadas y garantizar el relevo generacional. Demandas escuchadas por el president de la Generalitat, Ximo Puig, y la consellera de Agricultura, Elena Cebrián, quienes convocaron en Valencia a los principales dirigentes de organizaciones agrarias en un foro que se repetirá “cada mes y medio”.

Puig y Cebrián expusieron ayer el plan estratégico, basado en modernizar estructuras, impulsar la innovación, el cooperativismo y la agricultura ecológica, poner en marcha programas de ayudas europeas o impulsar la sanidad agraria. Así, anunciaron para verano el borrador de la ley de ordenación de estructuras agrarias. En cuanto a inversiones, sí lamentaron que son insuficientes por la “infrafinanciación” que sufre la Comunitat Valenciana.

PROPUESTAS // Desde la Unió, su secretario general, Ramón Mampel, pidió para el sector 40 millones de euros más como mínimo y recordó que hace 12 ó 13 años se destinaba el 4,7% del presupuesto autonómico total y ahora, el 1,7%. Por su parte, el dirigente de Fepac Castellón, Néstor Pascual, consideró “clave la seguridad en el campo, la transmisión patrimonial de padres a hijos, o la lucha contra las plagas”. En la línea, Cristóbal Aguado, de AVA- Asaja, coincidió en que “cada ocho meses en Europa llega una plaga nueva” y exigió más control de las entradas de cítricos desde el norte de África y México.

Vicente Bordils, del Comité de Gestión de Cítricos, alentó a no dejar de lado la vigilancia, “pues en Florida el greening ha acabado con el 80% de plantación citrícola y en 10 años la aniquilará. Y ahora la plaga está en Portugal”. Y Mampel citó el problema de bacteria xilella en los olivos.

Federico Félix, de la federación de empresas agroalimentarias, instó a “velar porque se cumpla la ley estatal de la cadena agroalimentaria, con más unidad de campo e industria. Cada año abren más supermercados y esto se traduce en una competencia feroz de precios, compleja, y con impacto en el campo”. En la línea, Cirilo Arnandis, líder de las cooperativas agroalimentarias de la Comunitat, apuntó que estas son “una vía para canalizar el relevo generacional, con mujeres y jóvenes. Pero sin rentabilidad es imposible rejuvenecer el campo. Una adecuada remuneración es requisito imprescindible”. H