Vicente Casino (Blay) no fue consciente de la extrema gravedad con la que reaccionó su cuerpo a la infección hasta que despertó en la UCI. Después de varios días con fiebre en casa, aconsejado por el médico, cruzó las puertas del hospital un viernes, el domingo lo subían a la UCI y en menos de 24 horas la enfermedad atacó tanto a sus pulmones que fue intubado. Ahora, consciente de lo vivido, no tiene dudas, «si no llega a ser por el personal sanitario del Hospital General», al que estará «eternamente agradecido», duda que «hubiese podido vencer al coronavirus».

Tiene claro qué es lo mejor de esta dura vivencia, «la profesionalidad y sobre todo, la calidez humana y la sensibilidad de todo el personal sanitario». Lo peor, la soledad, el sufrimiento de su familia por él durante los 28 días que estuvo hospitalizado, 13 de los 17 en la UCI intubado. La esperada alta llegó el jueves 16 de abril. La vuelta a casa «ha sido un regalo», dice. Remarca que él no tenía patologías previas. «Tenemos que ser todos muy conscientes», subraya.