Vinaròs y Sot de Ferrer son los ganadores de la tercera edición del concurso provincial de regeneración urbana (CRU) que organiza la Diputación. La institución dio a conocer este viernes el veredicto en una gala celebrada en Peñíscola, con aforo limitado y todas las medidas anticovid, a la que asistieron el presidente del ente, José Martí, el diputado de Promoción Cerámica, Ximo Huguet, el jurado y representantes de los ayuntamientos y de los equipos de arquitectos premiados en el certamen.

Una vez concedidos los reconocimientos, «ahora se inicia el proceso para pasar del papel a la calle las dos propuestas mejor valoradas, que serán una realidad, si se cumplen todas las previsiones, a lo largo del 2021 a cargo del Plan Cerámico de la Diputación», explicó Martí. Para ello, el gobierno provincial destinará 400.000 euros de inversión pública.

En el acto de entrega se presentaron los detalles de los siete diseños que han obtenido reconocimiento en esta tercera edición del CRU. En primer lugar se entregaron los accésits, que recayeron en Almassora, Betxí, Cabanes, Sant Joan de Moró y Canet lo Roig. Aunque los que más curiosidad despertaron fueron los dos ganadores, Vinaròs y Sot de Ferrer, con dos propuestas que «pronto se convertirán en un referente en cuanto a los nuevos usos que ofrece nuestra cerámica», destacó.

Parada de buses del río Cervol

En el primero de los casos, la ciudad del Baix Maestrat verá reformada la concurrida parada de autobuses del río Cervol. El proyecto, llamado The XX, contempla ampliar el espacio para las personas en vez del asfalto y una mayor integración con el parque de les Catalinetes.

El elemento más característico será la sustitución de las actuales marquesinas por otras de diseño elaboradas con cerámica, acero y madera y recubiertas de vegetación. La propuesta ha sido diseñada por el equipo formado por Luis Navarro y Carlos Sánchez.

Antiguo lavadero del Inchidor

Mientras, en el caso de Sot de Ferrer, el Plan Cerámico de la Diputación supondrá la completa puesta en valor del antiguo lavadero del Inchidor, que recuperará su esplendor rodeado de un nuevo jardín que servirá como ventana a la huerta y al río de Sot gracias a la habilitación de un mirador. La existencia del Palacio Gótico a pocos metros y el paso de la acequia mayor también han sido integrados en un espacio que hará del verde y la cerámica sus rasgos más distintivos.

Este nuevo rincón en la localidad del Alto Palancia, que recibe en el proyecto el nombre de A la Sombra del Inchidor, ha sido desarrollado por Alejandro Martínez.