El sindicato UGT anuncia que ante la «intransigencia» de la Conselleria de Sanidad al no atender a las peticiones de inclusión de cláusulas sociales en el contrato de las ambulancias se ven abocados a tomar medidas, entre las cuales está «mirar las vías pertinentes para empezar los trámites anunciados para ir a la huelga».

El sindicato analizará la fórmula para poder llevar a cabo los paros, debido a que la protesta la realizan contra la Conselleria, no contra su empresa.

Los trabajadores acusan a la consellera Carmen Montón de que les «está abandonando a la reforma de Mariano Rajoy».

UGT teme recortes salariales debido a que el pliego plantea una bajada del 5 al 10% en el presupuesto base de licitación del actual contrato. Por ello, ya reclamaron que se blindara el salario, de forma que fuera efectivo el convenio autonómico.

Desde el sindicato indican que la Conselleria de Sanidad sigue poniendo como excusa el informe de la abogacía para no incluir las cláusulas sociales, especialmente en el caso del blindaje del convenio autonómico, cuando Navarra sí que la ha incluido.

Otra de las mejoras que han solicitado está relacionada con los traslados de presos, pacientes psiquiátricos e infecto-contagiosos.

Los sindicatos tienen escaso margen de maniobra, ya que el anuncio de licitación se publicó el pasado 5 de abril y las empresas han podido presentar sus propuestas para el servicio.

La Generalitat ha sacado a licitación el servicio de transporte sanitario para los próximos cuatro años por un importe total de 234,6 millones de euros, 23 millones menos que el anterior contrato, que data del año 2013.

ÚLTIMA MANIFESTACIÓN / Los trabajadores protagonizaron el pasado 9 de mayo una concentración ante la Conselleria de Sanidad en València. El anterior contrato tuvo una licitación base de 257,6 millones de € en el 2013 y se adjudicó por 235,8, recayendo en Ambulevante SL, UTE, por un periodo de cuatro años con posibilidad de ser prorrogado durante cuatro ejercicios más.

La UTE agrupaba a un total de 19 empresas, entre las que se encontraba la castellonense CSA, con una flota de más de 90 ambulancias adaptadas.