L as empresas que se dedican al transporte público en el área metropolitana de la Plana no esconden las deficiencias que presenta el sector, cuya carencia de servicios se ve reflejada en que solo un 5% de los viajes que tienen lugar en la zona —datos de antes de la pandemia— son en este medio de transporte, como publicó ayer este periódico. Para revertir esta situación y extender mucho más su uso ante la supremacía del vehículo privado —que acaparan más de la mitad de desplazamientos—, exigen más apoyo por parte de las administraciones, tanto municipales como autonómicas, que permita dar un «impulso» a esta forma de viajar y se convierta en una opción más atractiva y cómoda de usar para los castellonenses.

El gerente de Hicid, Luis Rubert, tiene claro cuáles son algunos de los aspectos que hay que pulir: más servicio, mayor frecuencia de buses, ampliación de los horarios —especialmente en fin de semana—, mayor facilidad a la hora de comprar un tíquet de viaje, bajar aún más el precio de los billetes y buscar la intermodalidad, enumera, de manera que los buses puedan conectar con otros medios de transporte, como lograr que más líneas puedan llegar a la estación de Castelló.

Si se sabe el diagnóstico, ¿por qué no se puede ya poner en marcha? «Porque tiene un coste muy grande y los buses, especialmente los interurbanos, suelen ser deficitarios», explica. Ahí es donde entra en escena el papel de las administraciones. «El servicio de un bus es muy elevado de amortizar, ya que el billete no suele cubrir el coste del servicio», aduce, por lo que hace falta una apuesta rotunda y una inversión muy importante por parte de las instituciones. Un «espaldarazo» conjunto al sector, según los propios alcaldes reconocían que es necesario, tal como recogía ayer este periódico.

Dentro del mismo grupo empresarial, Vicente Cuevas, gerente de Autos Mediterráneo, empresa líder en el transporte de viajeros en bus en la provincia, apunta hacia el mismo problema. «Siempre hay aspectos que mejorar, pero el principal es que falta educación». El empresario explica que es muy confortable coger el coche debajo de tu casa, pero hay que tener «sentido común» y defender el uso público en aras del medio ambiente, como en Europa, por lo que exige una mayor confianza a la hora de apostar en este servicio a todas las administraciones.

Mención aparte para el covid, que ha sido «la puntilla» para el viaje colectivo. «Hasta que no se vaya el miedo a la hora de coger el transporte público, no levantaremos cabeza», asevera, reivindicando el bus como espacio seguro.

El jefe de servicio de Autos Valldeuxense (AVSA), Vicente Campillo, admite que hace falta «más fluidez y rapidez» en los trayectos y critica que «la publicidad negativa» del sector que han hecho las instituciones por la pandemia ha hecho «mucho daño». H