La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha realizado un primer balance del temporal que sufrió la semana pasada la provincia con una tesis clara. Si no se hubieran registrado esas precipitaciones, Castellón viviría el ejercicio más seco desde 1995, es decir, desde hace 24 años. Por tanto, las abundantes lluvias generalizadas de norte a sur y de este a oeste de la geografía castellonense permiten no cumplir esta premisa y garantizan reservas hídricas, tanto en la zona de la Plana, como avanzó Mediterráneo, como en las comarcas del interior, que son las más afectadas en los últimos meses por la temida sequía.

«Especialmente significativo fue el temporal en Castellón, ya que a pesar de que a lo largo del año hubo tres temporales que dejaron abundantes precipitaciones en la mitad sur, especialmente en Alicante, la provincia había quedado casi al margen», señalaron ayer desde la Aemet, al tiempo que remarcaron que, entre enero y noviembre, «este ejercicio estaba teniendo el carácter más seco desde el año 1995».

registros // Pero las lluvias generalizadas persistentes y de intensidad moderada a fuerte han permitido salvar el año a nivel hídrico. Durante tan solo tres días se llegaron a acumular 191,4 litros por metro cuadrado en Alfondeguilla, 146 en Alcalà de Xivert, 144,1 en la capital y 135,7 en Catí. En el promedio provincial, la precipitación registrada durante el temporal fue de 97,1 litros por metro cuadrado, «lo que es una cuarta parte del total anual provincial que se ha acumulado en 2019 hasta hoy», indicaron.

Y es que, como ya informó este periódico, el pasado 4 de diciembre se acumularon en el observatorio provincial, que hace referencia a Castelló, 105,8 l/m2, de forma que fue el día de diciembre con más precipitación acumulada desde que hay registros, en concreto, desde 1911, es decir, en los últimos 108 años.

A nivel meteorológico, el interior norte de la provincia estará hoy y mañana en alerta amarilla por vientos que pueden alcanzar los 80 kilómetros por hora.