Los vecinos del grupo Roser son los protagonistas de la exposición inaugurada en el centro cívico del mismo nombre. La muestra, obra del fotógrafo Wamba, se titula Un año en el Roser. Como el propio nombre indica, el autor tardó un año en realizar toda la recopilación de instantáneas de la gente de esa zona.

«Es un trabajo enfocado a los vecinos de los grupos. En primer lugar, me decidí por la comunidad que vi más completa, que fue la del Roser. A partir de ahí, empecé a hacer fotografías del día a día de los residentes», explica Wamba.

En la exposición se puede ver cómo ha retratado a los vecinos que viven allí. «Es una gente muy sencilla, cercana, que cuando paseas te saluda, gente humana. Además, los habitantes del lugar todavía hacen tareas de antaño, como por ejemplo rebajar la acera, coger el pozal de agua y mojar la calle.

Sencillamente es otro mundo, que tan solo está a cinco minutos del centro de Castelló. Un sitio tan próximo y que la mayoría de la población ni tan siquiera conoce», comenta el exitoso fotógrafo. El autor se considera una persona sentimental, que ha sabido integrarse bien en el Roser a la hora de plasmar las imágenes. «Cuando tenía tiempo, iba allí y me relajaba con los vecinos, miraba las casas de hace más de 100 años y que todavía están ahí, los pozos de agua, ver el tipo de luz que se empleaba en aquella época y pensar en cómo ha cambiado todo», relata.

En la muestra se puede ver a la gente tendiendo ropa, sentada en la calle, comentando por la noche lo que ha ocurrido en las noticias... Este es el tema que ha querido reflejar en su obra.

Planes de futuro

Wamba quiere seguir al pie del cañón durante mucho tiempo. Es por eso que dentro de sus planes de futuro está ampliar este trabajo mostrando la vida de otros barrios, lo más representativos. «Para ello tengo que hablar con los presidentes de los otros grupos y saber si puedo contar con su apoyo y ayuda. Porque una vez estás allí, la gente ya sabe para qué es el trabajo y acepta encantada colaborar conmigo, es muy bonito ver la reacción de los habitantes», expone el fotógrafo castellonense.

Tras el golpe tan duro que sufrió el artista hace unos años, eso le sirvió para ver cómo lo aprecian, lo apoyan y lo valoran, y así poder seguir adelante. Ahora, situando la vista atrás, confiesa: «En estos años me ha cambiado totalmente la vida y con todas las cosas que me han pasado podría escribir no un libro, sino una enciclopedia». Además, no quiere cerrarse a otras cosas, ya que se considera una persona muy creativa y con grandes ideas.