La Unión de Consumidores de España en Castellón (UCE) reclama que se amplíe el número de desfibriladores en la provincia porque contribuirían a salvar vidas de personas tras un infarto. El portavoz de la UCE en Castellón, Juan Carlos Insa, explicó que debería aumentar la cifra de estos equipos y que habrían de estar presentes en todos los espacios públicos donde se practiquen actividades que impliquen esfuerzo físico o también actos o eventos donde se produzca una aglomeración de personas, como por ejemplo un concierto.

Añadió que su presencia no debería limitarse a estos, sino también debería haber una red de lugares en donde se pudiera acudir de forma inmediata en caso de requerir hacer uso de ellos.

Según la Conselleria de Sanidad, hay 304 registrados en la provincia de Castellón, de los que 163 están en espacios públicos de la administración (estatal, diputación, ayuntamientos, bomberos, centros educativos o edificios PROP). Su instalación se encuentra regulada por decreto, lo que ha contribuido a incrementar su presencia en espacios públicos como centros comerciales, estaciones, aeropuertos, empresas, playas, colegios, polideportivos y dependencias públicas.

Esta obligatoriedad se complementa con multitud de iniciativas privadas que están promoviendo la instalación en espacios donde no se obliga por ley por considerar que su disponibilidad ofrece un valor añadido a sus cliente y usuarios, dándoles una seguridad adicional.

El portavoz de la UCE señaló, además, que «la formación también es importante para garantizar que haya personal preparado para hacer uso de ellos». Y es que, matizó, no debería dejarse este servicio en manos de una única persona, para que siempre haya alguien disponible, en caso de permisos o vacaciones.

Para que las posibilidades de supervivencia sean óptimas, se debe realizar de forma inmediata una resucitación cardiopulmonar que permita mantener el flujo necesario de sangre oxigenada al cerebro hasta que se restablezca el ritmo cardiaco normal mediante la descarga eléctrica suministrada por este aparato.

El tiempo máximo para aplicarla en caso de paro cardiaco repentino es de cinco minutos.