Uno de los comentarios comunes de estos días está siendo la importante presencia de abejas en distintos puntos. Una circunstancia que, solo en la Vall d’Uixó, se ha traducido este fin de semana en casi una decena de avisos para retirar enjambres, aparte de numerosas llamadas a la Policía Local en lo que ha supuesto un repunte significativo a este respecto.

Ya lo avanzó Mediterráneo hace unos días, cuando un apicultor aseguró que en apenas 10 días había retirado 30 de estas concentraciones en la Plana Baixa. Este fenómeno no tiene que ver con que las abejas salen más porque hay menos gente en la calle. Como explicó el experto Javier Ventura, esta es una razón indirecta. Y es que el confinamiento está llevando a que muchos apicultores no realicen un seguimiento de sus colmenas en plena época de reproducción. Según Ventura, si no se retiran las diferentes reinas que puedan llegar a criar en una misma caja, por razones de supervivencia --dado que entran en conflicto para imponerse en un territorio y pueden llegar a matarse entre ellas-- las más débiles buscan otro lugar en el que instalarse, lo que supone el origen de estos enjambres.

La decisión correcta al detectar uno es avisar a las autoridades para que algún experto acuda a retirarlas sin dañarlas y así sigan siendo productivas.