El ecosistema de la Marjal está en peligro y todo el mundo está callado», advierten los vecinos del Camí Bomboi de la capital, testigos mudos del «proceso de desecación» de la zona y que «está provocando la muerte de peces y patos y el aumento de los mosquitos». Unos vecinos que alertan de que «el nivel freático de la Marjaleria está bajando y ha descendido ya más de 50 centímetros». «Normalmente esta medida de las aguas se regula, bien por bombeo o abriendo las compuertas, y eso no está pasando», detallan al respecto estos residentes.

«Al no haber control, las acequias se están secando, lo que está provocando la muerte de peces y de patos, y un aumento de los mosquitos porque se estancan las aguas y se acumula el fango», describen los residentes del Camí Bomboi, que califican la situación por la que están pasando de «vergonzosa». «No podemos más», aseguran ante un verano que presagian será «problemático». La zona «se puede convertir en un foco de infección», auguran.

CRIADERO DE MOSQUITOS // De esta forma, las propias acequias que se están desecando y sus aledaños se convierten en «un criadero de mosquitos, por no hablar de las moscas que se concentran ante los peces muertos y las ratas, transformándose todo ello en un problema de salud pública», indican estos vecinos, que se sienten «indefensos». «Tendrían que aplicarse medidas preventivas para resolver esta situación», subrayan. «Si hay que desecar las acequias que se haga en invierno; no en verano», declaran, preguntándose: «¿Dónde están las asociaciones de vecinos, los ecologistas o los responsables de medio ambiente para defender este ecosistema, que se está degradando, con el correspondiente peligro para la salud?». «Ahora mismo tendrían que venir a limpiar estas acequias», concretan.