Los vecinos que viven en los alrededores de los focos de ruido ocasionados por las terrazas en Castellón, y desde la Federación Coordinadora de Entidades Ciudadanas de Castellón (Coasveca), consideran que «con diálogo y cediendo un poco todas las partes» se podría llegar a una buena solución, que reconocen, «es complicada», para conciliar el ocio y el descanso en la ciudad. Reclaman encuentros entre las partes implicadas tras las nuevas medidas anunciadas por el equipo de gobierno para atajar la contaminación acústica en las plazas Muralla Liberal y Tetuán, que pasan por cerrar más pronto y reducir las terrazas, quitando mesas.

Desde Coasveca, su presidente, Francisco Cabañero, pone sobre la mesa la necesidad de «convocar reuniones entre vecinos y hosteleros para encontrar una salida satisfactoria dentro de la normativa». «Estamos a favor del descanso vecinal, pero la gente tiene que comprender que no se puede ser demasiado restrictivo». «Si se continúan adoptando nuevas medidas, lo que puede pasar es que el problema no desaparezca, sino que se reubique, que se expanda, haciendo un efecto ventilador», explica Cabañero.

En la misma línea se pronuncia el presidente de la asociación de vecinos Rafalafena --la más próxima a la plaza de la Muralla Liberal--, Vicente Blázquez. «Es cierto que se genera ruido y hay algunas quejas de vecinos, pero no es una plaza conflictiva y aunque la solución es complicada, hace falta diálogo». «Con la ley antitabaco se sacó a la gente de los bares y ahora molestan en las plazas, ¿qué tienen que hacer? Hay que ceder un poco todas las partes porque si no seremos una ciudad dormitorio». Además, Blázquez se cuestiona qué pasa con las terrazas de negocios que no están en ninguna plaza, sino en la acera, más próximas a las viviendas. «Hay que dialogar porque para los negocios de hostelería las medidas son un perjuicio».