Pepe es el mayor y Enrique y Luis son sus hermanos. Los tres son Bausá, los tres son de Castelló y los tres han estudiado o estudian en la Universitat Jaume I sin la necesidad de cambiar de ciudad para formarse. Hay mejoras en la vida y en la sociedad a las que uno rápido se acostumbra, a las que pronto deja de dar la importancia debida. Pero no hace tanto, hace apenas tres décadas, los jóvenes de la provincia de Castellón tenían que marcharse fuera para poder estudiar una carrera, con el consiguiente gasto que suponía en las familias.

Ahora no, ahora se puede elegir, máxime con la creciente oferta de grados en la Jaume I. Acceder a estudios superiores ha dejado en parte de ser un privilegio gracias al ahorro que supone tener en casa una universidad pública, que además tiene tasas de matrícula bajas en comparación con otros lugares de España.

Pepe y Enrique Bausá estudiaron Derecho. El precio ordinario de la matrícula rondaba cada uno de los cuatro años del grado unos 900 euros. Cada crédito en la UJI en las carreras de ciencias jurídicas, económicas, humanas y sociales ronda los 15 euros, y cada curso tiene 60 créditos. En el caso de Luis, que estudia el grado de Medicina, la matrícula es algo más cara: cada crédito en ciencias experimentales y de la salud cuesta aproximadamente 20 euros, para un total de unos 1.200 por curso. La comparación con otros puntos subraya la diferencia. En Cataluña la media es de 33,5 euros por crédito (2.000 por curso) y en Madrid de 26,5 (1.590).

colateral // Al gasto estricto de la matrícula hay que sumar los colaterales. El más grueso es el de la vivienda. Como estudian en Castelló, los Bausá pueden seguir en casa de sus padres. No es así para los que van fuera. El alquiler en Barcelona en piso compartido se mueve entre los 350 y los 500 euros al mes. En València se sitúa en torno a los 200, y la dinámica sigue siendo alcista. Por no hablar de las residencias universitarias, aún más caras. En la capital valenciana, los precios en el colegio mayor Ausiàs March van de los 700 a los 990 euros al mes; y en la residencia Damià Bonet, de los 375 a los 520, aproximadamente.

Los Bausá, al ser familia numerosa, pagan la mitad de la matrícula. No es la única bonificación que ofrece la UJI, además de su programa de becas. Por cada matrícula de honor, el alumno consigue créditos gratis para el curso siguiente. Se premia el esfuerzo, pues cada suspenso encarece la siguiente matrícula. Algunos grados tienen particularidades. El material de Medicina es más caro, unos 800 euros al año. El abono para el transporte en cambio es igual para todos, 30 euros al mes para viajes ilimitados.