La prohibición del tráfico de camiones en el tramo de la N-340 comprendido entre Orpesa y Nules contribuyó, durante año y medio, a reducir la siniestralidad viaria en la llamada carretera de la muerte. Pero pasado el primer impacto de la medida, en el 2016 se ha invertido la tendencia y ya son 3 las víctimas mortales que registra el tramo sobre el que pesa el veto. La última se produjo la semana pasada, cuando un hombre de 85 años murió atropellado por un camión mientras cruzaba la N-340 a su paso por Vila-real.

La Dirección General de Tráfico decidió mantener para todo 2016 la prohibición que circular camiones en un tramo de 40 kilómetros comprendido entre el kilómetro 957 (Nules) y el 997 (Orpesa) como medida para garantizar la seguridad vial, movilidad y fluidez. Hay que recordar que la medida no afecta a los camiones con origen y destino en la provincia o con residencia habitual en la zona restringida, pero sí a los camiones en tránsito por la provincia de Castellón.

La Jefatura Provincial de Tráfico instó a favor de la medida argumentando que, desde su entrada en vigor, en la Semana Santa del 2014, no se había registrado ningún fallecido, como tampoco se produjo ninguno en el 2015. Además, se había producido un descenso significativo en el número de heridos graves. Sin embargo, en el 2016 cambia el panorama y ya son tres las víctimas mortales y cuatro los heridos graves.

Lo cierto es que el 2016 transcurre con mal pie y durante los cinco primeros meses del año los muertos en todas las carreteras de la provincia suman 14, por los ocho del mismo periodo del año pasado. En todo el 2015 las víctimas mortales ascendieron a 20.

Desde la Jefatura Provincial de Tráfico no valoran el alza de siniestralidad en la N-340, aunque sí han recordado que el Ministerio ha anunciado nuevas medidas para mejorar la seguridad vial en carreteras secundarias. Así, colocará bandas rugosas en los ejes centrales de la carretera y en los arcenes para evitar salidas de vía y choques frontales en los tramos de vía más peligrosos. También limitarán las zonas de adelantamiento en los tramos de concentración de accidentes y mejorará la señalización en las intersecciones peligrosas con señales luminosas. Otras van encaminadas a reducir los atropellos de peatones, como la instalación de señales en puntos frecuentados por estos. También incrementarán los controles de velocidad y vigilarán que se cumpla la distancia de seguridad. H