Quienes conocen la naturaleza del mercado inmobiliario de Castellón suelen explicar que las tendencias llegan a la provincia con unos dos años de retraso. Cuando en plena recuperación económica los precios de los inmuebles se disparaban en las capitales españolas, en de la Plana y su área metropolitana seguían estancados. Pero todo tiene su contrapartida, ya que ahora, cuando los expertos comienzan a hablar de un enfriamento del mercado inmobiliario, Castellón aguanta y se sitúa como una de las pocas provincias en las que el valor de los pisos sigue al alza. Y es que, como informó en su edición de ayer Mediterráneo, el sector se ha animado y las viviendas encuentran antes comprador. También el alquiler muestra aún un dinamismo muy por encima de la media a nivel nacional.

Así lo atestiguan dos informes que se han conocido en los últimos días. El primero de ellos lleva la firma de los expertos de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), que en sus Cuadernos de Información Económica apuntan a diez provincias, entre las que están Madrid, Barcelona y Sevilla y «las que se han beneficiado del auge del turismo», entre las que está Castellón, Mallorca, Málaga, Tenerife y Valencia. Por otros motivos, también Navarra y Valladolid figuran en esa lista.

Los precios suben, pero desde el sector insisten en que lo hacen con moderación y que el crecimiento se limita a la capital de la Plana y alguna otra población cercana. Los datos del Ministerio de Fomento les dan la razón, ya que el precio del metro cuadrado apenas ha subido 36 euros de media en los últimos cuatro años, hasta situarse en los 1.058 euros --Solvia, sin embargo, lo sitúa aún más bajo, en 904--. Ese ascenso leve es el que permite que los castellonenses sigan comprando viviendas a buen ritmo y que sean cada vez más quienes optan por adquirir un piso ante el incremento de los precios del alquiler.

En los nueve primeros meses del año, en la provincia se han vendido más de 25 viviendas cada día. Este dato positivo tiene una cara b, pues de las 6.887 compraventas, solo 905 -el 13,05% del total- son de nueva construcción. El resto pertenecen a ese estoc dificilísimo de digerir para la provincia y que con fecha 1 de enero del 2019 aún superaba los 25.000 inmuebles. En el 2010, las viviendas construidas durante el boom se situaban en 32.275, lo que implica que en ocho años apenas se ha vendido un 20% de las mismas.

DIFERENCIA DE PRECIOS // Así lo ven también desde el sector inmobiliario. En la actualidad en la capital de la Plana se construyen o comercializan alrededor de 200 viviendas de nueva construcción concentradas en una decena escasa de promociones ubicadas en las zonas de Pau Lledó, Pau Gumbau y Sensal. Aún sin ser una oferta excesiva, el gerente de la inmobiliaria Marvic, Tomás Marco, apunta que en algunos casos los promotores tienen dificultad para vender los pisos porque «la diferencia de precio es bastante elevada». Así, si un inmueble de nueva planta difícilmente estará muy por debajo de los 200.000 euros, es posible encontrar pisos de segunda mano para entrar a vivir por menos de 100.000 euros.

Si las ventas mantienen el ritmo, en el caso del alquiler el panorama es similar. Un estudio del Banco de España sobre la Evolución reciente del mercado del alquiler concluye que la provincia es la octava donde más ha subido en el lustro 2014-2019 con un aumento del 32%, situándose solo por detrás de aquellos territorios donde los incrementos han superado el 40%, lo que ha provocado que se hable de burbujas. Si en este apartado Castellón está por detrás de las grandes capitales, en el ránking de rentabilidad de los arrendamientos consigue ocupar un puesto en el top ten.