El president de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, aseguró ayer que se presentará a la reelección como secretario general del PSPV-PSOE, como ya confirmara a Mediterráneo en el mes de noviembre durante una entrevista.

El jefe del Consell dijo ayer que optaría a la reelección como líder de los socialistas valencianos porque, apuntó, «es bastante obvio» que estar al frente del Gobierno autonómico valenciano exige tener «un liderazgo claro» en el partido. Puig, que se pronunció así en una entrevista radiofónica en la Cadena Ser, señaló sobre su posicionamiento respecto al exsecretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que su desencuentro estuvo relacionado con la imposibilidad de una candidatura única al Senado de los partidos que integran o sustentan la Generalitat. «Nosotros pretendíamos federalizar el Senado, y queríamos trasladar la mayoría social, la mayoría política de la Comunitat al Senado, y ese fue el punto de desencuentro», expuso el máximo representante del Consell.

Puig sostuvo, además, que en el PSOE va a «colaborar y cooperar», pero que su dedicación fundamental es la Generalitat valenciana e intentar reposicionar la comunidad, levantando la hipoteca reputacional desde el prestigio y transformar la economía para que los valencianos «tengan derecho al trabajo».

En la entrevista concedida a este diario a finales de noviembre confirmó que optaría a la reelección porque «es lo que conviene para fortalecer el gobierno y para iniciar un proceso de renovación». En este sentido, sostuvo que «desde esta secretaría general hemos iniciado un proceso de apertura del partido que ha significado que hoy tengamos muchos alcaldes y alcaldesas jóvenes; independientes en nuestras listas, o un proceso de maduración de una nueva etapa de lo que es el progresismo valenciano, y eso creo que estaría bien que se exportara a España».

Por lo que respecta a la situación del PSOE, apuntó a este diario «es un partido en el que hay libertad de expresión y en el que cada uno intenta aportar su posición política. Creo que necesitamos un debate en profundidad que afecta realmente a la socialdemocracia europea y a los progresistas del mundo».