La de ayer contra el CD Leganés no solo es una victoria que le dio tres puntos más al CD Castellón en el Municipal de Castalia. Es una victoria de prestigio, de esas que dan que hablar en los corrillos futbolísticos y que deja en un muy buen lugar al conjunto de Óscar Cano. El equipo albinegro logró anular al pepinero con sus armas, supo sufrir cuando tocó sufrir y supo resolver el encuentro con dos goles: uno de Ignasi Miquel en propia puerta y otro del debutante Zlatanovic.

El Leganés hizo valer el cartel de favorito con el que llegaba al feudo de la capital de la Plana en los compases iniciales y se hizo, ya no solo con el control del esférico, sino también con las mejores ocasiones. Los pepineros no se lo pensaban cada vez que encaraban la meta albinegra y Borja Bastón, Sabin Merino y Gaku fueron los primeros en poner a prueba a la defensa del Castellón y a Óscar Whalley, quien resolvió con seguridad las tres jugadas.

El Castellón no se quedó impasible ante los ataques de los madrileños y, por mediación de Rubén Díez --de nuevo titular tras revolucionar el encuentro en Logroño-- y Marc Mateu, demostró sus credenciales. Tenían respeto los albinegros por el Leganés, pero conforme iban consumiéndose los minutos se iban soltando, buscando el peligro con las internadas de Muguruza por la banda derecha o en jugadas a balón parado. El central vasco sufrió en defensa porque los visitantes buscaban siempre su posición, pero estuvo muy bien en labores ofensivas aprovechando, una vez más, su velocidad.

En una de esas, sin saber muy bien cuál era su intención, Muguruza centró al área con la buena suerte de que el balón golpeó a Ignasi Miquel y se introdujo en la portería de Diego Conde. El Castellón había hecho lo más difícil, adelantarse, aunque a punto estuvo de durarle poco la alegría ya que, justo en la acción siguiente, Lasure pudo empatar.

Las fuerzas estaban mucho más igualadas, el Castellón estaba logrando frenar al Leganés con un centro del campo muy sólido y una defensa muy atenta a cada acción. Incluso Carlos Delgado, que llevaba mucho tiempo sin jugar pero fue el elegido por Cano para suplir al sancionado Gálvez, estuvo a un buen nivel.

El equipo entrenado por José Luis Martí modificó su planteamiento al inicio del segundo tiempo, dando entrada a Avilés para tratar de romper el muro albinegro y el extremo diestro del conjunto pepinero tuvo la primera nada más salir, aunque Óscar Whalley detuvo el balón sin demasiados problemas.

El Leganés salió en tromba y fue directo a por el empate. Arnaiz en dos ocasiones y Avilés en una tercera hicieron emplearse a fondo al portero albinegro, que completó su mejor partido desde su llegada al Castellón.

Tantos avisos consecutivos de los visitantes alertaron a Cano y el técnico granadino optó por cambiar a Rubén Díez por Gus Ledes para ayudar en el juego por las bandas. No lo hizo mal, pero el Castellón perdió fuerza en el centro del campo y eso lo aprovechó el Leganés para robar y colgar balones al área, y tratar de aprovechar los córners generados.

En uno de ellos, un primer lanzamiento de Gaku y posterior rechace de Omerou entró en la portería albinegra pero desde la sala Vor, tras varios minutos de análisis, lo anularon al considerar que el balón había salido en el lanzamiento desde la esquina.

La suerte sonreía esta vez al Castellón y aún lo hizo en una ocasión más. Señé, que había estado algo desaparecido, cogió el timón en los compases finales y buscó en un par de ocasiones a los recién salidos Fidalgo y Zlatanovic. El serbio supo aprovechar la última y cerró el partido con el 2-0.