El problema de las picaduras de mosquitos se ha trasladado a las farmacias de los principales municipios afectados del litoral de la Plana Baixa. Es el caso de Moncofa, donde tanto los negocios del pueblo como de la playa han visto en pocos días desaparecer los productos relacionados con los insectos y han tenido que reponer las existencias, dado que la eclosión no se erradica.

Los afectados se acercan en busca de métodos preventivos, como pueden ser la citronela, pulseras, collares y todo tipo de artículos que tienen en su olor la principal arma para ahuyentar a los dípteros. También están muy solicitadas las recetas para tratar las picaduras, como pomadas que alivian el picor aunque, en casos más graves, los afectados tienen que trasladarse al centro de salud para tratar el problema con inyecciones de medicamentos adecuados para rebajar el hinchazón y evitar infecciones, como es el caso del Urbasón. Y es que, fuentes sanitarias reconocieron un incremento de las consultas relacionadas con esta grave plaga.

Isabel Isach, farmacéutica adjunta de la playa de Moncofa, indicó ayer que «llevamos todo el mes de junio recibiendo a usuarios que nos piden todo tipo de productos e incluso hay casos que, dada la importancia de las picaduras, han tenido que ser remitidos al ambulatorio para que los atendiera un facultativo».

«La gente viene bastante asustada y también indignada porque no pueden estar en ningún espacio al aire libre», añadió Isach.