Las autoridades de los municipios ubicados más al norte de la provincia, especialmente en la comarca del Maestrat, prevén que el próximo fin de semana se repita la avalancha que se produjo este último de ciudadanos catalanes que, a causa del cierre temporal de los bares y restaurantes en Cataluña decretada días atrás por la Generalitat, decidieron acercarse a tierras castellonenses para disfrutar del ocio y la gastronomía.

La gran afluencia de visitantes ha supuesto una importante inyección económica para algunos hosteleros y comercios de municipios como Vinaròs, Benicarló, Peñíscola o Sant Jordi, entre otros.

De esta situación tampoco escapa Morella, que ya vivió un lleno absoluto en el largo puente del 9 d’Octubre y de la Hispanidad.

Un dato económico positivo que contrasta con el temor mostrado por varios alcaldes de la comarca, que piden precaución para que la masiva llegada de personas de Cataluña y de otras comunidades con similares restricciones no sirva como caldo de cultivo para un posible aumento de casos en esta zona de la Comunitat.

Precisamente, el alcalde de la capital del Maestrat, Guillem Alsina, llama a la prevención y el cumplimiento de las medidas sanitarias, ante la gran afluencia de personas a los locales de restauración y de ocio de la localidad. «Se trata de una situación complicada, ya que si no existe una normativa única para todas las autonomías y cada una hace lo que considera, entonces nos encontramos con casos como los del último fin de semana, con la llegada de mucha gente de municipios colindantes de otras autonomías, como ocurre con Vinaròs, lo que en este momento es muy arriesgado», dice.

MÁXIMO CONTROL // Y es que la vigilancia para asegurar el cumplimiento de las medidas sanitarias que dictan desde la Conselleria de Sanidad es uno de los pilares de prevención frente al covid-19 en el que coinciden los municipios que en los últimos días reciben la visita de cientos de ciudadanos, especialmente de Cataluña.

En este sentido, Alsina explica que el aumento de controles aplicados el último fin de semana los mantendrán porque han «detectado casos de botellones y vandalismo». Y, a su vez, llama a la «responsabilidad individual».

Por su parte, en Morella, la concejala de Turismo y Comercio, Mari Carmen Escudero, confirma la mayor afluencia de visitantes, básicamente procedentes de les Terres de l’Ebre, «que buscan este año destinos con menor población, de manera que los municipios pequeños de interior trasladan una sensación de mayor seguridad que las grandes ciudades, pero no por ello se debe perder el respeto a la pandemia». Y añade que, aunque el civismo es ejemplar, deben «ser tajantes y escrupulosos e el cumplimiento de las medidas sanitarias», subraya.

FALTA DE PREVISIÓN // Desde Sant Jordi, su alcalde, Iván Sánchez, denuncia que «es una irresponsabilidad que cierren negocios allí (Cataluña) y no haya una coordinación de ambas comunidades, porque al final lo que están haciendo es trasladar el problema de Cataluña a los pueblos limítrofes de Castellón». «Es un agravio para los que permanecemos abiertos y somos poblaciones libres de covid, y supone un importante riesgo para nuestros vecinos», comenta.

Mientras, el alcalde de Peñíscola, Andrés Martínez, considera que el mayor número de visitantes al municipio «no es un hecho extraordinario», y avanza que «no se toman medidas especiales porque se están cumpliendo escrupulosamente las que hay».

Y en Benicarló, la munícipe, Xaro Miralles, valora positivamente la llegada de catalanes a la localidad, aunque insta a que «se comporten de manera responsable y cumplan todas las indicaciones dictadas por Sanidad».