Los usuarios de cualquier playa en periodo turístico saben de la presencia de los socorristas y la ayuda que prestan. Lo que posiblemente no sea tan conocido es la existencia de otros vigilantes, que velan por los animales varados en la arena. Desde hace unos años, a lo largo de la Comunitat hay establecida una red de avistamientos, liderada por profesionales de la Fundació Oceanográfic de València, que recopila los casos registrados y establece diferentes protocolos de actuación.

La playa Romana de Alcossebre fue ayer objeto de una exhibición de este trabajo, con una serie de simulacros para que cualquiera sepa cómo reaccionar ante la presencia de un delfín o una tortuga. La bióloga Susana Ortí detalló que «lo primero que hay que hacer es llamar al 112 o ponerse en contacto con el servicio de salvamento. En el caso de Alcossebre, el personal de la Cruz Roja ha recibido la formación pertinente».

SERENIDAD // Del mismo modo que se aconseja mantener la calma si alguien aprecia una tintorera o una raya dentro del agua, se pide mantener la serenidad cuando uno ve a un delfín sobre la arena. «Tenemos la imagen de que son pacíficos, pero puede que estén enfermos y que tengan reacciones agresivas si alguien se acerca para tocarlos o hacer fotos», explicó Ortí. Tanto los socorristas como el personal especializado harán unos primeros auxilios, como la colocación de toallas húmedas y adecuar su postura para que no sufran. A partir de ese momento, tratarán de saber los motivos por los que han llegado hasta allí, «sea una enfermedad por causas naturales, o bien porque han tragado algún plástico».

El de las tortugas es otro asunto analizado. Normalmente, llegan a las orillas para depositar huevos, por lo que es importante detectar el rastro que han ido dejando y no pisar por encima. La concienciación sobre estos casos resulta vital para salvar especies y conocer mejor las causas de su inusual presencia en la costa.