El Ayuntamiento de Benicàssim dio ayer un nuevo un paso importante en el proceso de expropiación de los terrenos del recinto de festivales. El pleno ordinario aprobó la desestimación de los recursos de reposición presentados por los propietarios del suelo, con los votos a favor del equipo de gobierno (PP y Ciudadanos), la abstención del PSPV, en contra de Compromís y Ara Benicàssim y la ausencia del representante de Vox.

Era la última parte previa a las actas de pago y ocupación, momento en el que el consistorio obtendrá la titularidad de las parcelas. De este modo, según el edil de Urbanismo, Carlos Díaz, se continúa con la tramitación del expediente administrativo iniciado, mientras que los dueños podrán seguir con sus reclamaciones. Díaz indicó que «la valoración se realizó al mismo precio, ya que consideramos un conjunto de espacio, por lo que todos los terrenos se tienen que valorar por igual». Gracias a este procedimiento, la zona donde se celebra el FIB estará a disposición del Ayuntamiento todo el año. El coste es de 3,6 millones de euros.

La teniente de alcalde, Cristina Fernández, señaló que el proceso iniciado, hace aproximadamente un año, «va en beneficio de los benicenses y la titularidad municipal del enclave, lejos del casco urbano, permitirá garantizar una serie de eventos de forma regular, desestacionalizar y minimizar las molestias vecinales».

MEJORAS // Asimismo, el Ejecutivo municipal remarcó que la adquisición permitirá invertir en una mejora de las infraestructuras. Pusieron como ejemplo la instalación de pantallas acústicas para reducir los niveles acústicos.

La alcaldesa, Susana Marqués, afirmó que «Benicàssim obtiene suelo público que permitirá nueva oferta dotacional en la ciudad, por supuesto para los festivales, pero lo más importante será acabar con la precariedad y la provisionalidad del recinto, que se alarga ya 20 años, y con la incertidumbre que generaba no tener la propiedad», concluyó.