Benicàssim celebró ayer su quinta edición del Carnaval con un animado desfile de disfraces que atravesó el centro de la localidad y se hizo notar. Los benicenses más atrevidos salieron a la calle por la tarde caracterizados de divertidos personajes, se concentraron primero en la carretera del Desert y trascurrieron por la avenida Castellón y la calle Santo Tomás hasta la iglesia, unos a pie y en grupo y otros en carrozas, como fue el caso de las reinas y las damas de las fiestas.

Entre las formaciones más llamativas se encontraban, una vez más, los componentes de la Colla por un Día, precursores del Carnaval en Benicàssim, que un año más sorprendieron y animaron con dos grupos de baile, uno infantil y otro de adultos.

Tampoco faltaron miembros de la comunidad cubana, entre otros colectivos y vecinos con ganas de disfrazarse y vivir el Carnaval, además de los más pequeños de la casa, gracias a la colaboración con las asociaciones de madres y padres (AMPA) de los centros educativos de la localidad.

bocadillo gigante // El pasacalle contó también con la presencia de una batucada que puso el ritmo al esperado evento, que culminó, posteriormente, en la plaza de los Dolores con un bocadillo gigante que se repartió a todos los asistentes. H