Ya han pasado cuatro días (más de 100 horas) desde la celebración de los últimos actos taurinos de las fiestas de la Misericòrdia de Burriana y las barreras todavía no han sido retiradas. La tardanza se debe, en gran parte, a las divergencias que mantienen los operarios de Vía Pública con el concejal de esta área, Vicent Aparisi, a tenor del precio de las horas extraordinarias. Se trata de una problemática que se viene arrastrando desde finales del mes de julio. Ante la falta de consenso, el edil ya contrató a dos empresas para que realizaran las tareas de montaje previas, las cuales habitualmente asumían los operarios de la brigada.

Ahora, una vez concluidos los festejos, los cadafals se debían guardar tras el toro embolado del pasado sábado. Ayer retiraron uno de ellos y faltan todavía barreras del consistorio, y ello a pesar de las de El Pla fueron desmontadas por una empresa privada, con cargo a las arcas municipales. Pero hay más, este año también se ha contratado el transporte de los seis toros patrocinados por el Ayuntamiento del cebadero al recinto taurino, otra de las funciones que realizaba el mismo departamento. No obstante, los trabajadores no hicieron estas tareas por la negativa a realizar horas extraordinarias. Con las contrataciones, el concejal logró que todo estuviese montado a tiempo, pero con un importante sobrecoste para el erario público, respecto a años anteriores.