La crisis vivida en el grupo municipal socialista de Peñíscola se saldará con la previsible salida de la concejala Núria Calduch, que fuera de número 2 de la candidatura del PSOE, y su paso al grupo de los no adscritos. La portavoz de la formación en el consistorio, Isabel Esbrí, le pidió entregar el acta aduciendo «falta de confianza» en las actuaciones llevadas a cabo en esta legislatura. Calduch, que concurrió a los comicios como independiente, no acepta la petición del partido, y seguirá en la corporación municipal.

La edila explicó ayer que sigue «teniendo ganas de trabajar por el pueblo; me debo a la gente que me ha votado, me han parado por las calle para decirme que siga». Comentó sentirse «extrañada por la situación y por cómo han ocurrido las cosas». Para ella, lo único que ha hecho «es tener reuniones con todo tipo de gente».