Fran Canós, ingeniero de diseño industrial de Nules, es el autor de una de las mejores 50 propuestas realizadas hasta el momento para restaurar el calcinado templo de Notre Dame de París. Así lo ha considerado una de las plataformas profesionales más prestigiosas del mundo, GoArchitect, creada por otra agrupación mundial, Archdaily, precisamente para promover un concurso de ideas para reconstruir lo que las llamas destruyeron el 15 de abril.

Cerca de 300 propuestas presentadas desde casi 60 países distintos respondieron a la convocatoria y entre todas fueron seleccionadas solo 50. Una de ellas, la que Fran Canós esbozó apenas unos días después del incendio que conmocionó a medio mundo, por la pérdida que suponía para el patrimonio histórico. Fue un impulso creativo con unas bases sólidas: desarrollar el simbolismo de que la catedral más visitada y emblemática del planeta necesitaba protección.

A partir de una imagen en 3D del edificio, estudió las posibilidades y desarrolló su diseño que respeta un principio básico, a su modo de ver, «integrar al máximo, trabajar con los mismos materiales del siglo XII, pero con la tecnología del siglo XXI». Y en gran medida, lo ha conseguido, porque incluso conociendo el monumento original, al visionar su maqueta, su aportación llega a pasar desapercibida. Y ese era su verdadero propósito.

Más reconocimientos

La noticia de formar parte del top 50 de GoArchitect, llegó poco después de otro reconocimiento internacional. Los proyectos presentados a su concurso llegaron hasta uno de los periódicos ingleses más prestigiosos, The Independent, que hace algunas semanas publicó un reportaje con los que, a su parecer, eran los 10 mejores. El de Fran Canós se ganó estar en esa lista. Y así, a la espera de que el gobierno francés decida cómo resolverá la recuperación de uno de sus emblemas y con el respaldo de quienes son un referente internacional del diseño arquitectónico, este prometedor creativo y su trabajo se han convertido ya en un orgullo local.

Integración y mucho respeto

El diseño propuesto por Fran Canós para reconstruir la cubierta destruida de Notre Dame de París nace a partir de uno de sus elementos más característicos: los contrafuertes. A partir de cada uno ellos sugiere construir un trenzado de piedra mecanizada, «la misma del resto del edificio».

Los otros elementos serán reproducidos con fidelidad, a partir del original, porque Canós considera que «lo más importante es el respeto» por un monumento de estas características, y que cualquier diseño «sea integrador, porque no se trata de transgredir sino proteger».