El 23-F l’Alcora pegó el golpe, pero de bombo, ya que ayer destapó el segundo más grande del mundo. Tras la recepción de los pueblos participantes, se admiró el monumental instrumento de 2,22 metros de diámetro, solo por detrás del de Alcalá de Xivert. En el acto intervino la presidenta de la A.C L’Alcora Tambor, Lucía Branchat; el artesano Pepe Navarro, que donó el bombo; y el alcalde, Samuel Falomir.

Para celebrarlo se realizó una mini rompida de la hora con el gran instrumento presidiendo la plaza España, dedicándola en esta ocasión a Antonio Torres, del Yuppy’s, recientemente fallecido, que era una persona muy apreciada en la localidad.

Los participantes también desfilaron, tras una exhibición de cada municipio, por el casco antiguo, y pasaron por el monumento al tambor y el bombo hasta llegar a la calle Teniente General Michavila, donde se realizó una comida de hermandad.

Pepe Navarro, artesano de la percusión de Hellín, casado con la alcorina Pamela Bonilla, hizo este regalo a la población a través de la Asociación l’Alcora Tambor, que representa a la localidad en todos los eventos relacionados. El bombo, gracias a la Caixa Rural, permanecerá todo el año en la entrada del auditorio que posee dicha entidad y que lo pondrá a disposición de una forma expositiva para que se pueda ver desde dentro y fuera del local, incluso de noche, pues se iluminará, por lo que será un atractivo más.

Precisamente fue un 23-F de 1991 cuando se realizó la primera Rompida de la Hora de l’Alcora extraordinaria y nocturna con el bombo entonces más grande del mundo, que era el de Calanda.