La Conselleria de Educación trabaja en la cesión a otra empresa de los trabajos de construcción del colegio Regina Violant, que fueron adjudicados en diciembre del 2015 a Torrescámara y que se encuentran bloqueados tras solicitar esta un modificado de obra por valor de 1,2 millones de euros, que le fue denegado.

Una vez finalizado el mes de julio, plazo máximo que ofreció la Generalitat valenciana a la mercantil para que decidiera si continúa o no con la intervención, la alcaldesa de Almassora, Merche Galí, contactó con el subdirector general de Infraestructuras Educativas, Jesús García Gil, con quien se reunió hace un mes y se comprometió a zanjar las negociaciones. Según fuentes municipales, García Gil trasladó a Galí la pretensión de la Conselleria de ceder la obra a otra mercantil, una vía que permitiría reanudar las tareas sin demoras, como ya sucedió en su día con la regeneración de la playa de Benafelí.

Como ha podido conocer este rotativo, la posible nueva adjudicataria está estudiando la viabilidad de llevar a cabo el proyecto con el presupuesto y los plazos que restan según contrato y deberá decidir si acepta o no. Por ello, por el momento, «no hay nada cerrado». De hecho, desde Educación matizaron ayer que están a la espera de que «el arquitecto municipal, que es el director facultativo de la obra, envíe a la Conselleria el modificado» para que puedan adoptar alguna decisión al respecto de la misma.

La ejecución del Regina Violant empezó el 28 de junio del 2016. La marcha de la construcción sufrió una ralentización a principios de año y, poco después, se hizo pública la petición de la adjudicataria a la Conselleria de un modificado de obra por valor de 1,2 millones, que fue rechazado. El Gobierno valenciano ofreció entonces una cifra menor para que la empresa retomara los trabajos, negociaciones que se han prolongado hasta la fecha.

El proyecto del colegio de Almassora tiene un plazo de finalización de 18 meses y un presupuesto de 5.169.399,62 euros.