El anexo amurallado de Nules, Mascarell, se convirtió ayer en escenario de la primera jornada del III Nules Sona, una iniciativa impulsada desde la Associació Cultural la Corretjola, que comenzó como una jornada de conciertos y se ha convertido en una buena oportunidad para dar a conocer la música y las tradiciones valencianas y el propio municipio.

La elección del pueblo para iniciar la programación fue muy bien recibida por los vecinos, que «se han implicado mucho desde el primer momento», explicó uno de los miembros de la agrupación, Josep Romero. Tanto es así que no quisieron perderse ninguna de las propuestas. En primer lugar, el correbars, en el que los dos únicos locales de Mascarell prepararon una tapa especial que pudo ser degustada por los asistentes por 2,5 euros.

Por la noche llegaron los conciertos de grupos locales junto a Toni de l’Hostal, que puso un toque de humor como complemento al rock tradicional de Zahúrda; las versiones de la Polla Records de Radiokrimen y el rap en valenciano de El Blüe.