La Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Castellón (Ashotur) lo tiene claro. Reclama a las administraciones que se pongan las pilas y colaboren conjuntamente para atajar de «forma eficaz» la plaga de mosquitos que acecha la costa castellonenses durante los meses de verano. «Es necesario destinar cuantos más esfuerzos y recursos económicos mejor para frenar este problema», afirma el gerente de Ashotur, Carlos Gomis.

«Esto va a peor si se tiene en cuenta que la proliferación del mosquito tigre va a más», resalta Gomis al respecto de la información que ayer publicó Mediterráneo sobre el avance sin control de esta especie invasora. Y es que, según el último estudio elaborado por el Laboratorio de Entomología y Control de Plagas de la Universitat de València (UV), a instancias de la Conselleria de Sanidad, la presencia de este díptero ya se detecta en 63 municipios de la provincia, colonizando toda la zona de costa y llegando también a algunos puntos del interior.

En menos de un año la afección de estos mosquitos se ha disparado, pues a principios del 2017 se detectaba en 48 municipios y a finales de dicho ejercicio eran 15 más, llegando a los 63.

Mala promoción

«No entiendo de tratamientos fitosanitarios, pero lo que está claro es que este problema no está resuelto y para el sector turístico es fatal, así como para la imagen de destino. La gente que nos visita viene a disfrutar y los mosquitos en verano molestan y ese no puede ser uno de los recuerdos que se lleven de aquí», explica el gerente de Ashotur. Esto conlleva una mala promoción para la provincia.

De ahí que Gomis apueste por la colaboración entre administraciones, es decir, ayuntamientos, Diputación y Consell, para tomar «medidas drásticas» que pongan fin a una problemática que se produce «todos los veranos».

En los meses de la época estival durante los últimos años algunos bares y chiringuitos han alertado de la presencia masiva de mosquitos que disuaden a los clientes de sentarse a disfrutar en las terrazas de los establecimientos. Una de estas circunstancias se dio, como informó en su día Mediterráneo, en un conocido restaurante de la playa de Moncofa situado cerca de la zona de marjal, uno de los principales focos de reproducción.