El pleno del Ayuntamiento de Benicarló ha aprobado la modificación del reglamento de participación ciudadana, con la aceptación parcial de dos de las cinco alegaciones que se recibieron. En concreto, la primera de ellas hace referencia al número de ruegos y preguntas que cada residente puede hacer de una vez, que aumenta de uno a tres. Por otra parte, la segunda afecta al número máximo de cuestiones que se pueden efectuar por cada sesión plenaria, que se limita a 10.

Otra de las novedades importantes es que ahora serán los propios benicarlandos los que podrán trasladar sus dudas al finalizar el pleno, en el turno abierto de palabra, a fin de formular ellos mismos las cuestiones. El único requisito es que previamente las hayan presentado en el registro general del consistorio. En caso de que el interesado no pueda asistir a la sesión, la trasladará, tal y como pasaba hasta ahora, la concejala de Participación Ciudadana, Susana Pérez.

«La ciudadanía tiene muchas vías de contacto con la Concejalía, como las mesas de debate, además del correo electrónico o el teléfono», apuntó la edila. Además, Pérez añadió que «las redes sociales no son siempre las herramientas más eficaces para presentar las quejas y sugerencias del día a día, sino que hay otros instrumentos más directos».

Para que las preguntas sean aceptadas deben ser cuestiones concretas, de interés municipal y dirigidas al gobierno local.