Los arqueólogos que han tenido la oportunidad de investigarla, tienen el convencimiento de que la villa romana del Benicató de Nules oculta más de lo que muestra y basándose en esa tesis, el Ayuntamiento de Nules anunció ayer que, a lo largo de la próxima semana, se retomarán las excavaciones del yacimiento más importante de la localidad, descubierto en el año 1955.

El alcalde, David García, explicó que a principios del 2017 entablaron contacto «con varias universidades para ofrecer la posibilidad de reanudar las excavaciones en la zona». Este ofrecimiento se concretó poco después con la firma de un convenio con el departamento de Arqueología de la Universitat de València.

Desde el consistorio, recordaron ayer que tras el descubrimiento de los primeros restos de este reducto romano, la Diputación Provincial de Castellón expropió los terrenos. En 1956 comenzaron las investigaciones, que afectaron a una superficie de 2.500 metros cuadrados, aunque, según lamentó García «incomprensiblemente quedó abandonada durante veinte años, peridéndose numerosos restos por el continuo expolio».

La última intervención se produjo durante el año 1973, época en la que la administración provincial cedió la titularidad del yacimiento al consistorio que, desde entonces, facilita la visita periódica de escolares, aunque permanece cerrada la mayor parte del tiempo, a pesar de su valor histórico y patrimonial.

VOLUNTARIOS

De esta nueva fase de excavaciones, el alcalde destacó el hecho de que puedan intervenir voluntarios. Quienes tengan interés en formar parte de los trabajos de investigación y recuperación del yacimiento pueden presentar una instancia en el Registro General de Entrada del Ayuntamiento o enviar un correo electrónico a nules@nules.es.

Los arqueólogos precisan que la villa romana del Benicató estuvo habitada entre el siglo I aC y el IV dC. Su momento álgido llegó en el siglo II dC.