El pleno ordinario de Peñíscola dio cuenta del cambio en la composición de las comisiones informativas, tras hacerse oficial la ruptura del grupo municipal socialista. La formación pidió a la número dos de la candidatura, Núria Calduch, que entregara su acta alegando falta de confianza y lealtad en su labor, pero la edila ha decidido seguir en el consistorio como no adscrita.

Este punto fue aprovechado por la portavoz del PSPV, Isabel Esbrí, para arremeter contra su antigua compañera, a quien llegó a acusar de «llevar perfiles falsos en redes sociales y asociarlos con el partido, cuando el Ayuntamiento necesita a gente que vaya de cara». En su intervención pidió «disculpas al pueblo y a nuestros votantes, y reconozco públicamente mi error de dar la confianza a Calduch».

La representante aludida indicó que el acta conseguida en las elecciones «es mía, y he decidido seguir con mi trabajo». Sobre su expulsión del grupo municipal mencionó que la carta el partido «nunca ha estado entre mis manos. Me pasaron un documento en el que debía firmar mi marcha, y tenían preparada una nota de prensa para decir que me iba por motivos personales, y ante lo cual me negué».

FRANQUISMO / Por otro lado, el PSPV solicitó en el pleno la colaboración del consistorio para encontrar a allegados de peñiscolanos víctimas del franquismo. «Muchos de los familiares desconocen qué ocurrió con ellos, o dónde están enterrados», dijo Esbrí.