Vall d’Alba aprovechó la celebración de sus fiestas patronales para rendir homenaje a las personas de más edad del municipio. Se trata de una jornada con actividades para todas las edades, pero en la que los mayores fueron los verdaderos protagonistas.

En primer lugar, los vecinos que a lo largo de este año cumplen o ya han cumplido 90 años fueron agasajados por el Ayuntamiento en el Espai Cultural. Cada uno de los nonagenarios recibió de manos de la alcaldesa, Marta Barrachina, una placa que recuerda la efemérides.

La jornada continuó con una misa de difuntos para recordar, de manera muy especial, a los 27 vecinos fallecidos en los últimos 12 meses, y que fueron homenajeados con una corona de flores blancas. Tras la misa se celebró una gran comida de hermandad para los miembros de la Asociación de Gente Mayor l’Alba, que tuvo lugar en La Pelejaneta.

Una multitudinaria comida que se repite año tras año, y cuyo único objetivo, según palabras de la alcaldesa, no es otro que «agradecer y reconocer de manera pública el trabajo realizado, en la mayoría de los casos de manera anónima o silenciosa, que realiza este colectivo en beneficio de todos los vecinos».

Asimismo, diversas actividades infantiles y espectáculos taurinos coparon el resto de la programación festiva de la jornada.