Con cinco años de retraso y en un hemiciclo casi lleno, aunque con ausencias significativas como las de Mariano Rajoy y sus ministros, así como la de Pedro Sánchez --Albert Ribera y Pablo Iglesias asistieron--, el Congreso retomó ayer las sesiones que arrancaron en septiembre pasado --antes de las elecciones-- y dio su visto bueno al inicio de los trámites para realizar la reivindicada reforma del Estatut d’Autonomia que debe traer más inversiones a la Comunitat. Además, emplazó al próximo Gobierno a que repare por fin la “injusticia histórica” que implica la situación actual.

No hubo, sin embargo, unanimidad, ya que Ciudadanos (C’s) mostró su postura contraria a la iniciativa. El portavoz de la formación en Les Corts, Alexis Marí, justificó esa posición --duramente criticada por el resto de partidos- al reiterar la convicción de que las condiciones han de ser iguales en todas las autonomías.

la delegación // Además de los parlamentarios, la sesión vespertina de la Cámara Baja contó en esta fecha señalada con una nutrida representación de lo que se dio en llamar la delegación valenciana, y que muchos vieron como el núcleo duro del gobierno a la valenciana que desde la izquierda se reclama para España y desde el lado del PP se denosta de forma constante. Dicha delegación estuvo encabezada, de hecho, por el presidente del Consell, Ximo Puig, quien afeó al Gobierno de España en funciones su ausencia; y la vicepresidenta, Mònica Oltra; así como estuvieron presentes el presidente de Les Corts, Enric Morera; y la lideresa de la oposición y síndica del PPCV, Isabel Bonig.

Ante ellos y un abundante público, fueron los portavoces del PSPV, Manuel Mata; y de Compromís, Fran Ferri; así como el presidente del grupo popular, Jorge Bellver, los encargados de defender la iniciativa de poner en marcha la reforma, al igual que lo hicieron hace ahora más de seis meses, si bien entonces, en la anterior legislatura, sus intervenciones se produjeron en un hemiciclo casi vacío.

Ese cambio en el escenario fue mencionado por todos ellos, si bien fueron Ferri y Mata quienes hicieron más hincapié a la hora de recordar el ninguneo que sufrió el debate valenciano en su primera escenificación.

Los tres portavoces criticaron las insuficientes inversiones destinadas a la Comunitat y reclamaron a la Cámara su voto a favor por justicia, mientras que la herencia dejada por los anteriores gobiernos del PP, así como la falta de respuesta del de Rajoy a las reclamaciones valencianas, fue uno de los aspectos presentes de forma recurrente en el debate parlamentario. Tampoco faltaron desde las filas populares las alusiones críticas a gobiernos socialistas precedentes como los de José Luis Rodríguez Zapatero.

Manuel Mata recordó que algunos dirigentes del PP, en referencia a miembros de ejecutivos regionales anteriores, “mintieron a la UE y metieron facturas en los cajones” que “ahora quieren cargar a los valencianos”, en alusión a la multa de 19 millones de euros que la UE ha impuesto a la Comunidad por falsear el déficit.

Fran Ferri se refirió una vez más a la sistemática discriminación que sufre la Comunitat Valenciana porque a inversiones por debajo de la media se suma la infrafinanciación, que castiga a cinco millones de ciudadanos, que ven bloqueados los proyectos, sueños e ilusiones al chocar “con la dura realidad de los Presupuestos Generales del Estado”.

Por su parte, el popular Jorge Bellver destacó que esta reforma estatutaria fue promovida por su partido “pensando en el interés general”. Pidió a los diputados su voto a favor porque es un voto “a favor de la Comunitat Valenciana y a favor de España”. H