Más de 40 agricultores, afectados por los malos resultados de las nuevas mandarinas safor y garbí, emprenderán acciones contra el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), dependiente de la Conselleria de Agricultura, en cuyos laboratorios se obtuvieron estas variedades.

Las mandarinas presentan defectos como manchas en la piel que están impidiendo su venta, y los afectados se han mostrado favorables a interponer una demanda contra el IVIA por los daños económicos y los perjuicios comerciales que les están causando.

Según informa AVA-ASAJA, el origen del conflicto se remonta al 2009, cuando el IVIA sacó al mercado sus nuevas variedades de mandarina, presentadas ante los agricultores como un “gran logro”, y una de las obtenciones “estrella” del centro investigador.

Asegura además que incluso los servicios de la Conselleria de Agricultura “difundieron entre sus potenciales usuarios las supuestas bondades de la safor y la garbí”. H