El ambiente bronco y tenso volvió a adueñarse ayer de Les Corts, en este caso, en una comisión de Hacienda que los diputados de la oposición abandonaron después de que los partidos del Botànic alargaran más de lo previsto un receso pedido para alcanzar sobre la bocina un acuerdo, entre otros asuntos, sobre las bonificaciones de los impuestos de sucesiones y donaciones.

La disputa se inició cuando, al finalizar el turno de exposición de los diferentes grupos para presentar sus enmiendas a la ley de acompañamiento, los parlamentarios de PSPV, Compromís y Unides Podem solicitaron una pausa de 30 minutos para «transaccionar», según manifestó la diputada socialista Sabina Escrig. Desde el PP y Ciudadanos respondieron con críticas, ya que los grupos del Botànic habían planteado sus enmiendas de una forma conjunta.

Finalmente, la pausa de media hora se convirtió en más de 45 minutos y, tras varias peticiones de reanudación, los diputados de la derecha abandonaron la sala después de que la representante popular, Eva Ortiz, hubiera consultado a la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, su decisión de irse. Cuando lo hacían, se cruzaron en los pasillos con los parlamentarios de la izquierda, que regresaban en aquel momento. No obstante, la sesión no se retomó.

Ya fuera de la sala, Ortiz explicó a los medios que considera «una falta de respeto» ese largo receso con el que «pretendieron reírse de los grupos políticos para revisar sus propias enmiendas, algo que «no ha pasado nunca». Además, indicó que intuían que les llevarían nuevas enmiendas en el último momento, «una falta de respeto y educación». «Cuando muestren un poco más de respeto, volveremos», sentenció.

ACUERDO // Durante la pausa, los grupos que apoyan el ejecutivo autonómico lograron un acuerdo en torno a la enmienda inicial para aumentar al 99% la bonificación en el Impuesto de sucesiones y donaciones a las empresas, que se planteaba para aquellas con una facturación de hasta 10 millones de euros, un límite ante el que los socialistas ya habían mostrado su discrepancia.

El nuevo texto se queda a medio camino de las intenciones de Compromís y Unides Podem y del PSPV, ya que se elimina el requisito de facturación en dos supuestos: la transmisión de una empresa individual agrícola a un familiar o de una empresa individual o de un negocio profesional también a la familia.