La espera de los tres partidos que deben ponerse de acuerdo para garantizar un segundo Govern del Botànic hasta el día después del 26-M para definir los pactos se confirmó ayer jueves. Hasta entonces, las reuniones entre los socios cara a la conformación del nuevo ejecutivo no serán más que simples tomas de contacto en las que, al menos de forma oficial, no se habla de asientos, aunque ayer el president Puig sí se mostró «abierto» a que Podem forme parte del gobierno tras reunirse con el líder de la formación morada, Rubén Martínez Dalmau.

Como el que se produjo el miércoles con la vicepresidenta, Mònica Oltra, el encuentro con Martínez Dalmau no pasó, en palabras de Puig, de ser «un café agradable» en el que «no hemos hablado de cargos». El socialista reconoció, eso sí, que el dirigente de Podem le había pedido entrar en el ejecutivo, a lo que Puig no se opuso con el objetivo de que este tenga «la mayor solidez parlamentaria posible», aunque aseguró que la formación del próximo Consell todavía queda «lejos».

SINTONÍA INTACTA // Por el momento, y a la espera del 26-M, la sintonía entre los socios se mantiene intacta. «En este momento hay voluntad por todas las partes para llegar a acuerdos, esto se ha evidenciado desde hace días e incluso durante la campaña electoral. No se ha profundizado en nada, hay voluntad de hacer un Gobierno sólido, de progreso», aseguró Puig a la salida de la reunión y antes de participar en la celebración del Día de Europa.

Por su parte, el candidato de Unides Podem-EU a la presidencia de la Generalitat pidió a Puig que el próximo gobierno no sea «continuista» del actual, sino que profundice y consolide el cambio iniciado en 2015. Dalmau coincidió con Puig en que el futuro Consell debe ser un ejecutivo «unido, leal» y con capacidad de transformación en las áreas en que es necesaria, como acabar con la precarización o mejorar las inversiones públicas, e incluso le propuso que el nuevo acuerdo de gobierno se haga en la provincia de Alicante, concretamente en Xàbia (el Pacte del Botànic pasaría a llamarse Pacte del Montgó) y para dar «más importancia al sur».

Durante el encuentro, aseguró, ambos hablaron de «muchas cosas», entre ellas la necesidad de mejorar el modelo de financiación, la liberalización de la AP-7 o el tren de la costa, aunque no de cargos ni de si el acuerdo para el Consell debe de hacerse extensible también a las diputaciones.

UNA MESA AÚN INCIERTA // Tampoco de la reunión entre Puig y Dalmau salió una decisión acerca de si la configuración de la Mesa de Les Corts del próximo jueves será provisional. El president de la Generalitat aseguró que está dispuesto a aceptar lo que democráticamente se decida», aunque reconoció que le gustaría que la misma fuese la definitiva.