La otra tarde con mi fraternal amigo Pepe Sos (con el mayor afecto a mi estirpe, es para envidiar la suya, sobrino de Sos Baynat y nieto de Pascual Tirado) fui a tomar una cerveza en un bar ubicado en la calle Arcipreste Balaguer, esquina con el pasaje del Mercado Central. En el patio trasero del establecimiento, implicado en la pared de acceso, nos encontramos con un arco diafragmático gótico del siglo XIV, en el que se apreciaba muy bien el despiece de las potentes dovelas de piedra, siguiendo un sistema que se puede apreciar en otros similares que aún se conservan en edificios de la calle Mayor o Caballeros y, yéndonos más lejos, en la plaza Mayor de Vila-real, en la Font de Dins de Onda o en la rotonda de acceso de Nules... Han tenido el buen gusto los arquitectos que han diseñado el local, de conservar esta pieza tan representativa de la arquitectura medieval castellonense. De ello hablé con Pepe Sos que une a su sensibilidad, los consolidados conocimientos profesionales de aparejador, fundados en su amplia formación y en su dilatada experiencia profesional. Fue especialmente grata la charla, porque en ella intercambiamos pareceres sobre el sistema constructivo de estos arcos apuntados, que conformaban un pórtico seguido en el ángulo de las fachadas oeste y norte que miran al ábside y a la fachada sur de la entonces iglesia mayor de Castellón. La conversación dio mucho de sí y no me resisto a no compartirla. Prometo seguir.

*Cronista de Castellón