Avelino Corma es un maestro. De los de siempre. De los que uno se queda escuchando en una charla que viaja por su Moncofa natal hasta el salón del Príncipe de Asturias. Pero sobre todo camina hacia la investigación, la que le ha llevado a ser uno de los mayores --o el que más-- expertos internacionales en catalizadores sólidos aplicados al refino del petróleo, y procesos químicos, especialmente en la síntesis y aplicación de zeolitas; con más de 900 publicaciones y múltiples premios, el último, el que la acaba de conceder la Royal Society of Chemistry de Reino Unido, el Spiers Memorial 2016.

--Premio Jaime I, Príncipe de Asturias y ahora el Spiers. ¿Qué suponen estos honores, y especialmente el último?

--Un reconocimiento a la investigación del Instituto de Tecnología Química. Muestran claramente que su impacto ha sobrepasado las fronteras españolas y es reconocido en todo el mundo.

--Se puede decir que empezó su carrera con lápiz y papel y ahora trabaja con la más alta tecnología. Volviendo la vista atrás, ¿cómo ha sido este paso?

--Los humanos tenemos memoria selectiva hacia lo positivo. Fueron unos comienzos difíciles pero con mucha ilusión por crear algo nuevo. En nuestro caso, hemos progresado de manera regular con el tiempo. Eso sí, con mucho esfuerzo y dedicación.

--Catalizadores, diseño molecular, procesos sostenibles, zeolitas… ¿Nos explica qué es para el ciudadano de a pie? ¿Por qué son tan importantes?

--A ver. Queremos controlar las reacciones químicas para dirigirlas a la formación de los productos deseados y evitar, por consiguiente, la formación de residuos. Para llevar a cabo esto, preparamos unos materiales, que se denominan catalizadores y que, interaccionando con las moléculas de reactivos, los activan y nos permiten controlar la reacción.

--¿Cuáles son los retos de la ciencia?

--La ciencia en general tiene como retos continuos aumentar nuestro conocimiento de la naturaleza y mejorar las condiciones de vida de las personas. En el caso de Castellón y España necesitamos, además, que los investigadores y empresas consigan, todavía más, transformar este conocimiento en ventajas tecnológicas.

--En la UJI cae la aportación del Ministerio y crece la de la UE. Las empresas van entrando, pero poco. ¿Qué opina?

--En Castellón, la universidad en sus departamentos e institutos lleva a cabo investigaciones con muy buen reconocimiento internacional y con implicaciones en el sector productivo. La UJI siempre ha sido una universidad muy volcada a la sociedad y, sobre todo, a la de su provincia.

--¿Hay que irse fuera para llegar a algo?

--Hay que salir para ver otras maneras de trabajar y otras visiones de futuro. Y después, volver e intentar desarrollarlas. H