Que los drones están de moda es evidente. Pero lo que quizá no se hayan detenido a pensar es para qué sirven además de para lo obvio: que todos se fijen en las personas. De la ciencia ficción a la realidad más tangible. Las aeronaves tripuladas de forma remota, conocidas comúnmente como drones, que han venido para quedarse, pueden convertirse en una salida laboral y profesional para muchos jóvenes.

Y ese fue el objetivo de una jornada dirigida a los alumnos del instituto de educación Secundaria de Betxí, en una conferencia organizada por las concejalías de Servicios Sociales y de Juventud del Ayuntamiento de la población, liderada la primera por Susana Ferrandis y la segunda por Mireia Martín. El encargado de desarrollar la ponencia fue Ramir Lanau, piloto oficial de drones y fundador de la empresa Aerial Productions, que está haciendo realidad la utilización de estos aparatos en los ámbitos profesionales más allá de la aventura y la acción de una película cinematográfica. De esta forma, Lanau, que se dirigió a los alumnos de primer y segundo curso de Bachillerato, se centró en su disertación en “enseñar a los jóvenes las muchas aplicaciones que hoy en día hacen uso de este tipo de artilugios, y explicarles para qué se pueden utilizar estos aparatos, desde para el control de los incendios forestales, pasando por la agricultura o incluso la construcción”.

En términos similares se pronunció el alcalde de Betxí, Alfred Remolar, presente en la conferencia, junto a Mireia Martín.Unos drones que “están cada vez más presentes en la vida cotidiana, sobre todo, de los jóvenes, fundamentalmente en su ocio. Pero, sobre todo, constituyen una opción para el futuro profesional, como puede ser en la agricultura, con un control de los cultivos, por ejemplo de los cereales; la medicina, investigación y rescate de personas en situaciones de riesgo; telecomunicaciones y medios de comunicación social; o en el ámbito de la fotografía para captar detalles, momentos o instantes que puede ser que no los perciba el ojo humano”, concreta Remolar sobre los drones.

Mientras, Lanau, quien realizó también una demostración práctica con estas aeronaves ante la mirada sorprendida e interesada de los alumnos, manifestó “la gran potencialidad de estas en numerosos ámbitos profesionales, y como complemento de las actuales nuevas tecnologías”, destacó. “Que la juventud viera un nuevo recurso y qué pasó cuando se utilizaron por primera vez en España”, detalló el piloto profesional de estas aeronaves. “Que son nuevos campos de posibilidades que se están desarrollando”. “Además, a un coste relativamente mucho más barato, 1.500 euros por dron”, concretó Lanau.

ABEJORRO EN INGLÉS // Dron (abejorro en inglés) que “puede, por ejemplo, medir el grado de maduración de la uva de forma inmediata, tal y como se está haciendo en las comarcas vinícolas de Lleida, que hasta ahora se realizaba vía satélite tardando dos días, o testear los niveles de clorofila en una plantación de cultivos”, señaló, o “cómo pueden ser utilizados en la búsqueda y rescate de personas que están en peligro, acortando los tiempos de salvamento”, dijo el experto, sin olvidar el uso militar, “tanto en operaciones estratégicas como en plena batalla”. También alertó que este uso de drones está regularizado y se necesitan una serie de permisos para usarlos. Asimismo, habló en su disertación a los jovenes del “dron como ocio”. “No se puede jugar con un dron de cualquier manera, hay que tener unos permisos”. H