Los clubs del fútbol profesional se han convertido en los últimos años en fuertes pilares solidarios en los que se apoya el Centro de Transfusiones de la Comunitat Valenciana (CTCV) para poder abastecer de sangre a los centros sanitarios. En la provincia de Castellón, el Villarreal CF se ha mantenido fiel a esta cita solidaria durante 14 años ininterrumpidos, desde que en el 2002 se convirtiera en pionero de esta iniciativa comenzando las jornadas de donación en el Madrigal que ayer vivieron un nuevo capítulo con la presencia de los futbolistas del conjunto amarillo Leo Baptistao y Jonathan dos Santos, últimos padrinos de una campaña que suele sobrepasar ampliamente los 300 donantes en cada llamada.

La positiva respuesta de los seguidores del Submarino no es un hecho aislado en una provincia “con una extendida cultura de la donación”, recalca Asunción Chaves, la responsable de promoción del CTCV, que diariamente establece sus puntos de recogida de sangre en 26 puntos a lo largo y ancho de la geografía de la Comunitat. Eso sí, en su amplia experiencia de colaboraciones con las entidades futbolísticas los miembros del CTCV sí advierten que la racha deportiva de los clubs influye en la respuesta solidaria de sus socios y seguidores. “Si un equipo pasa por un buen momento, como es el caso del Villarreal, se nota en las cifras de participación”, asiente Emilia Castellón, una de las doctoras del equipo móvil desplazado ayer al estadio groguet, que celebra la serie de 10 partidos de Liga como invictos de los de Marcelino.

Como el Villarreal, el CTCV tiene acuerdos de colaboración con los otros dos clubs de Primera de la Comunitat, el Valencia y el Levante, además de con el Elche, actualmente en la categoría de plata. A pesar de representar a una ciudad de 50.000 habitantes, el volumen de donantes que se registra en Vila-real --la de ayer fue la segunda cita de esta temporada 2015/16-- no tiene nada que envidiar a los que se congregan en las instalaciones che o granota. La distancia de potenciales donantes se salva con la infraestructura que pone en marcha el club que preside Fernando Roig --“cuando llegamos al Madrigal solo nos tenemos que preocupar de atender a la gente; todo está perfectamente montado”, apunta Emilia Castelló-- y la generosidad de la entidad. Mientras, por ejemplo, el Valencia limita a una entrada, y siempre que se produzca donación, el premio por este gesto solidario, el Villarreal agasaja a sus donantes con dos entradas --las de ayer para el encuentro de mañana ante el Málaga--, regalo que mantiene incluso a las personas que acuden a la cita y que finalmente no pueden donar sangre por motivos de salud. H